El doctor Francisco Durán, director de Epidemiología del ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap), advirtió hace unas horas a los cubanos “que enero será el peor mes desde que comenzó la epidemia de COVID-19”, mientras la tasa de incidencia del virus crece y se amplían de urgencia las capacidades hospitalarias.
En estos momentos, la incidencia del virus por cien mil habitantes en los últimos 15 días sobrepasa los 185.07 casos en la oriental provincia de Guantánamo y 110.72 en La Habana, cuando la medía manejable es 50, según la Organización Mundial de la Salud.
La incidencia en Cuba llega a 59.09, con 194 los fallecidos, 634 nuevos contagiados ayer (que estableció un nuevo récord) y las alarmas que se dispararon a partir del regreso de miles de cubanos dispersos por el mundo.
“Desde noviembre pasado, cuando fueron reabiertos los aeropuertos, más del 51 por ciento de todos los contagiados estuvieron relacionados con viajeros infestados”, dijo Durán.
Pero pese a los procedimientos estrictos ordenados por el Gobierno, no siempre se cumplen los tiempos establecidos de cuarentena y aislamiento para los viajeros que llegan desde el exterior. A esto se suma las alarmantes demoras en obtener los resultados del test PCR que se le realizara a cada pasajero tras su arribo al aeropuerto, los cuales no están cumpliendo con el plazo máximo de 72 horas anunciadas por las autoridades sanitarias, y muchas veces pasa más de una semana para tener disponible el resultado.
Hasta diciembre, el estado cubano dijo haber gastado más de mil millones de pesos en sustentar los medicamentos y hospitalización gratuitas de 21 mil 261 contagiados desde que comenzó la epidemia en marzo.
Los cubanos temen que la rápida expansión del virus se deba también a una de las tres nuevas cepas que se han reportado en el planeta.
“Detectamos la variante sudafricana en un viajero que llegó de ese país”, dijo la doctora María Guadalupe Guzmán.
“Hasta ahora no podemos confirmar que se haya extendido esa cepa, pero tampoco podemos descartarlo”, puntualizó Guzmán, directiva del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, de La Habana.
La especialista alertó que podrían aparecer en Cuba “otras variaciones de la espícula del SARS-COV-2, además de la inglesa y la sudafricana”.


