Javier Larrea, activista en la causa de la protección y los derechos de los animales en Cuba, reveló el presunto tráfico ilegal de murciélagos en la isla, dado que conoció de una venta de un murciélago en 4.000 CUP.
El Director Jurídico y el Subdirector de Sanidad Animal del Ministerio de la Agricultura fueron notificados del asunto gracias a una captura de pantalla que mostraba la información de la venta, enviada por Larrea.
El también director de la revista Refugio se demostró indignado y furioso con estas prácticas en su publicación. Aclaró que hizo pública su denuncia para que todo el que pueda ayude a detener y penalizar a los involcurados en este acto y todos los de su tipo.
Larrea reconoce la probabilidad de que la información que le llegó sea fingida. El número telefónico que aparecía como contacto resultó ser falso, pero el vendedor declarado se comprobó real. Este pertenece al carnicero habanero Elier Pedroso Prevost.
El activista se mostró muy preocupado con la posibilidad de que el trámite sea real. Pidió que el que pudiera brindar más datos, que lo hiciera. Aclaró entonces que desconoce si se trata o no de una broma de muy mal gusto, pero que se sintió obligado a denunciarlo por si acaso.
Concluyó reclamando la suspensión de todo tipo de actividades que involucren maltrato y lucro a expensas de animales indefensos.
La trata de animales silvestres es una actividad común en Cuba, a pesar de que la ley penaliza el tráfico de especies endémicas de la fauna territorial. En febrero de este año se debe discutir en la Asamblea Nacional del Poder Popular la aprobación de la Ley para la Protección Animal, la que los animalistas cubanos exigen desde hace años y que hace relativamente poco tiempo fue presentada como proyecto.
Plataformas online constituyen recursos frecuentemente usados por los comerciantes de animales en el país para esta finalidad.
La también activista por la causa, Beatriz Batista, denunció la comercialización de una lechuza en la plataforma de clasificados Revolico (uno de los accesos más sencillos al mercado informal de la isla), principalmente para fines religiosos.
