Este mes de enero está trayendo muchos más asombros de los esperados, y no precisamente buenos. El dólar en el mercado informal cubano se está cotizando en unos 50 pesos cubanos (CUP), a groso modo, en estos primeros días de la implementación de la Tarea Ordenamiento. Este valor supera el doble de la tasa fijada por las autoridades cubanas.
La página web de comercio ‘alegal’ (como se le gusta llamar a las acciones del día a día del cubano que se encuentran dentro del espectro entre lo censurado y lo permitido), Revolico, muestra que la gran mayoría de las propuestas se debaten sobre los 59 CUP (1.80 CUC, para los que todavía acepten esa moneda en declive).
Lo peor es que las proyecciones indican que su valor aumentará exponencialmente a partir de ahora. Los vendedores están aconsejando que la gente se apure y compre lo antes posible, pues se espera que esté en 80 CUP en febrero.
Pese a que los valores de esa moneda foránea comenzó a dispararse desde mediados de 2020, es ahora con el profundo desabastecimiento nacional de los mercados en moneda nacional, la crisis económica acrecentándose y la progresiva ampliación de las ofertas en Moneda Libremente Convertible (MLC), que la corriente arrastra a la población a comprar dólares a cualquier condición.
El país, además, experimenta una severísima escasez de divisas extranjeras y esto imposibilita su venta a la población desde bancos y demás instituciones estatales. El Estado también está haciendo todo lo posible por forzar a la población a necesitar dólares para gastarlos en sus establecimientos y servicios estatales en MLC (que cada día son más).
Marta Wilson González, ministra y presidenta del Banco Central de Cuba (BCC), aclaró que el país no cuenta ni de cerca con la suficiente liquidez para ofertarles los dólares al pueblo (a duras penas tiene para abastecerse).
El Gobierno cubano estableció con el reordenamiento monetario una tasa cambiaria fija entre el Peso Cubano y el Dólar estadounidense de 24×1, pero era una ilusión pensar en que esto se acataría.
La inflación que vive el país y la devaluación del CUP frente al USD son de las principales preocupaciones con las que tiene que lidiar el cubano en estos tiempos.
La distorsión económica evidente en las tasas cambiarias informales muestran una sobrevaluación de la tasa oficial en un 108,3%.
La realidad es que el mercado no reconoce la tasa fija del gobierno como una tasa real, por lo que se estableció un mercado paralelo con muchas mayores cotizaciones para suplantar al mercado oficial y suplir la demanda del que no tiene oferta.
