En el portal oficial de la red nacional de voluntarios Bienestar Animal de Cuba se denunció hoy domingo que nos encontramos ante un incremento desmedido de secuestros y tráfico ilegal de perros de raza en el país.
En las provincias de Holguín, Camagüey y La Habana se han dado muchísimos casos en el último mes de desapariciones y secuestros de canes de alto valor, y se ha demostrado que los individuos raptan a los animales para devolverlos a sus dueños en caso de que ofrezcan una recompensa. De no ser así, lo venden en el mercado negro a precios inimaginables, los usan para peleas de perros o como sparring para los más agresivos (como entrenamiento) y para vender sus crías.
BAC explicó que estos sujetos “se llenan los bolsillos a costa del sufrimiento animal y de sus dueños”.
Los voluntarios manifestantes se mostraron extremadamente preocupados e irritados por estas acciones y exigen que se los penalice de las manera más severa que la ley permita; no obstante, Cuba no cuenta con un cuerpo de derechos y jurisprudencia para la protección de animales.
Nuestra isla ahora constituye uno de los pocos países en el mundo que aún no reconoce la naturaleza legal, social y biológica de los animales.
Sin embargo, América Latina es una de las regiones más preocupadas y comprometidas con la protección de los animales y el todavía recientemente fenómeno de la causa animalista.
Los países latinoamericanos que ya poseen amparo legal para este causa son más del 50%. En algunos se penaliza el maltrato con 1 año de cárcel.
Los miembros de BAC se encuentran comprometidos con denunciar en redes sociales todo tipo de violaciones contra el bienestar animal, como las de Zoonosis, las de los propietarios de vehículos por tracción animal y algunos eventos aislados contra criaturas callejeras, pese a que Cuba parece presentar una reticencia a formular una ley al respecto.
El ministro de Justicia, Oscar Manuel Silvera, declaró que en el Cronograma Legislativo para 2021 se prevé que se discuta la aprobación del decreto de Bienestar Animal.
Cuba sigue siendo regida por un pensamiento antropocentrista sin ningún tipo de interés por las causas ambientales, que continuará permitiendo el gran sufrimiento innecesario profesado a los animales.


