Mediante una nota en el periódico Granma, el Gobierno cubano anunció que el capitalino Aeropuerto Internacional “José Martí” seguiría funcionando y recibiendo vuelos internacionales, incluso luego del comunicado previo sobre las recientes limitaciones sanitarias a implementar en función de contener el impacto de la pandemia del coronavirus.
Analizando las propias medidas, es destacable es hecho de que el Gobierno no haya cerrado, simultáneamente al resto de restricciones, la entrada de visitantes extranjeros al país.
La situación epidemiológica de estos días ha visto un crecimiento autóctono de contagios, tomando en consideración el recorte en el número de aviones que llegaban a Cuba semanalmente procedentes de México, República Dominicana, Estados Unidos, Panamá, Bahamas y Haití, por lo que se decidió continuar con las operaciones de la instalación.
Los protocolos higiénico-sanitarios en los aeropuertos y puertos se mantienen, para lo que se crearon salas de aislamiento, recayendo en la importancia del la responsabilidad individual de los pasajeros y sus familiares para contener el virus. También se mantienen los controles de temperatura corporal de todos los trabajadores de los Puntos de Entrada al país previo al inicio de sus respectivas jornadas laborales.
La disminución del número de contagios importados se debe, según Manuel Marrero Cruz, primer ministro cubano, a las estrictas medidas que se toman, que involucraron una reducción de vuelos internacionales, que trajo consigo un decrecimiento radical en la entrada de residentes en el exterior.
El diario Tribuna de La Habana comunicó que se valoraron algunas medidas de la primera fase para las propuestas, para, al final, circunscribir la restricción a que solo se permiten dos personas por visitante, chofer incluido, limitación impuesta luego de que la Corporación de la Aviación Cubana S.A., a finales de 2020, solicitara a las personas que se abstuviera de acudir a las terminales aéreas en grupos con la idea de recibir o despedir a parientes por los riesgos de entrar en contacto con viajeros internacionales.
Esta medida, cuyo cumplimiento se aseguraba mediante controles policiales, no permitía tampoco la entrada de los acompañantes al interior de los recintos.
Además, la reunión provincial de La Habana detalló que multas serían aplicadas a propietarios de casas de renta que posibilitaran el contacto de viajeros hospedados con su ambiente previo a saber que su prueba de PCR resultó negativa.
Las pruebas de PCR en tiempo real a los pasajeros también siguen vigentes, así como el llenado de la Declaración de Sanidad del Viajero, a lo que se suma, a partir hoy 10 de enero, la exigencia de un resultado negativo de PCR, realizado no más de 72 horas antes y en un laboratorio certificado en el país de procedencia.


