El periódico Tribuna de La Habana publicó hace solo unas horas los nuevos precios topados o máximos fijados por autoridades de la provincia para los productos que se comercializan en la red agropecuaria minorista privada o estatal.
El aumento de los costos de los productos agrícolas acompaña al proceso de ordenamiento monetario que ha comenzado a implementar el Estado cubano desde hace un par de días.
La nota de prensa aseguró que estos precios incrementados, de entre los que se destaca la libra de cebolla blanca, la cual vale 15 CUP, son consecuentes a “productos agropecuarios de primera calidad”, y la población opina que es pronto para decir si de verdad la calidad de los alimentos será la esperada para exigir tales cantidades.
El comunicado agregó que los alimentos que sean “beneficiados y empacados” pueden tener un precio de “hasta un 20 % por encima del precio de venta minorista aprobado”, por lo que también se verán incrementados, hasta en un 50% por encima, los productos que se vendan en trozos y con empaque.
La libra de ajo a 47 CUP y la libra de garbanzos a 35 CUP son de los alimentos que más destacan por sus altos precios, teniendo en cuenta que todos los productos listados manifiestan un incremento mínimo del doble del costo previo.
La nueva tarifa pretende reducir la brecha entre los costos de los establecimientos estatales y los cuentapropistas, medida priorizable cuando la producción agrícola del país no pasa por sus mejores momentos y se nota en la escasez en los mercados destinados a su comercialización.
Diciembre pasó y una gran cantidad de los agromercados cubanos se encontraban seriamente desabastecidos, con las colas gigantes que se conformaban para adquirir el producto que hubiere.
La situación no ha logrado ser normalizada, ni se ha podido estimular la producción del país, pese a la insistencia del gobierno por establecer límites a los costos de los alimentos y controlar el sector de mercado.
