Los más altos y sacros cargos de la Santería Cubana pronosticaron para este año, afortunadamente, el triunfo de la lucha contra la pandemia Mundial del virus de la COVID-19, aunque hay que tener calma y cumplir con las medidas sanitarias establecidas; y también alertaron sobre una creciente en el desacato a la autoridad en todos los niveles, rupturas de contratos y un incremento de los flujos migratorios.
El 31 de diciembre, como cada año, los babalawos llevaron a cabo la ceremonia para la Letra del Año y la declaraon el 1ro de enero. En este período regirá un signo llamado “Ikafun” y las deidades serán Olokun y Oshun.
Olokun, en la religión Yoruba, es el señor y dueño de las profundidades marinas, el orisha que representa al océano en su forma más aterradora; mientras Ochun es la reina de la dulzura, de la fertilidad, de las aguas de los ríos y de los arroyos.
El sacerdote Alejandro Verdecia, miembro de la Asociación Yoruba de Cuba, advirtió sobre la gran importancia que radica en no molestar a Olokun y en el peligro que se corre siendo él uno de los Orishas que regirán el año, pues Cuba podría acabar enfrentando desastres naturales o algo peor y más caótico a causa de esto. También indicó que junto a Olokun apareció Ohun, deidad gentil.
Verdecia dedicó un comunicado al pueblo cubano para tener todos fe en que esta situación sanitaria es pasajera y que pronto volveremos a una semi normalidad, pero tenemos que poner todos de nuestra parte y tener calma; sugirió que los religiosos cumplieran con los mandamientos y los que no con la Constitución, pero que la disciplina social era fundamental para lograr salir de esta crisis.
La Letra del Año de 2020 previó pandemias y enfermedades.
En esta ocasión, la edición anual fue publicada en redes sociales y no se hizo una presentación formal y pública debido a las medidas regulatorias y sanitarias.
Las recomendaciones hechas por los sacerdotes radican en llamados a acabar con la corrupción, a cumplir las leyes y las normas higiénicas establecidas y a inculcar respeto y amor por el trabajo.
El sábado se llevó a cabo también una breve ceremonia del “toque de tambor” por algunos miembros de la Asociación Yoruba para agradecer a la deidad Oduwa y abrir el año.
