Las muchas polémicas del último mes han nublado y abrumado la mente del cubano. Entre los récords de contagios y la gravísima situación sanitaria del país, las circunstancias económicas que empeoran exponencialmente y las nuevas reformas y tarifas del reordenamiento monetario dejan a la población cubana sin saber para dónde mirar; y a eso se le suma el abastecerse para las festividades de fin de año y los frentes fríos.
Las nuevas tarifas del agua, opacadas por las de la electricidad, no se quedan atrás, pues se multiplican por 7 veces su valor actual en el tramo que la población más consume (3 metros cúbicos por persona al mes). Su anterior costo era de 0,25 CUP por m3, y muy próximamente será de 1,75.
La ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños Weiss, dijo en la Mesa Redonda que estas tarifas son respaldadas por los estándares internacionales de consumo necesario por persona mensualmente.
Junto a dicha funcionaria se encontraba en la comparecencia el jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, Marino Murillo Jorge, quien se dedicó a tratar las nuevas tarifas para los medicamentos.
A pesar de lo aberrante que suena la incrementación del valor del agua en esos términos, la tarifa total no representa verdadero percance, pues la de mayor consumo (de más de 8,5 m3) pasa de costar 15 a 21 pesos el metro cúbico, y este tramo sería incapaz de ser alcanzado en el sector doméstico porque es un sobreconsumo brutal de agua. No es nada en comparación con la del resto de los servicios básicos.
Este último tramo a veces es alcanzado por consumidores que presentan una pérdida de agua significativa debido a problemas de las infraestructuras pertinentes.
Por supuesto, a los cuentapropistas que operan en sus domicilios se les aplicará una tarifa especial.
Los servicios de carros cisternas se mantendrán gratuitos si el problema con el abastecimiento de agua es responsabilidades de las empresas estatales.
Pagarán una tarifa fija mensual, al igual que antes, aquellos que no tengan metrocontadores, aunque antes era de 1 CUP por habitante y ahora será de 7 CUP.
Muchos usuarios se quejaron por esta medida en particular porque, en el caso de los edificios multifamiliares sin metrocontador, se aplicará una tarifa de reparto equitativa, donde el que consumió poco acabará pagando por lo que otros consumieron. Esto es especialmente preocupante cuando en algunos apartamentos residan más habitantes de los que estén reportados en la libreta de abastecimiento o en el censo poblacional y al jubilado, quien vive solo, le llegue una factura correspondiente a, por ejemplo, 7 personas.
Muchos entonces reclamaron que se comience a contabilizar el gasto exclusivo de cada domicilio.
Además, muchos otros internautas resaltaron el hecho de que los salideros constituyen un gravísimo problema recurrente en el país y que estos comenzarán a reportar incluso más gastos innecesarios para los ciudadanos. Las cifras muestran que en 2015 se derrocharon 3.400 millones de metros cúbicos de agua de esta forma.


