La situación cada vez más inmanejable que caracteriza el impacto de la pandemia del coronavirus en Cuba comienza a preocupar a las autoridades cubanas, los cuales volvieron a habilitar los centros de aislamiento para viajeros luego del transcurrir de varios meses con la aplicación de la medida que dictamina que los visitantes aislados por diez días en sus residencias.
Fue anunciada la posibilidad este lunes de la reapertura de estos centros dependiendo del comportamiento de la curva de contagios en los días que vienen.
El director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Dr. Francisco Durán García aclaró en rueda de prensa que desde la reanudación de los servicios aéreos internacionales, a principios de noviembre, hasta el 23 de diciembre han sido diagnosticados 3 782 casos positivos distribuidos a todo lo largo y ancho de la geografía nacional.
El número de pasajeros que han llegado al país portando la enfermedad, según perspectivas del propio directivo, ha provocado indiscutiblemente un aumento radical en los niveles de difusión del COVID-19 en el país, siendo una fuente de infección del 51,1 % de los diagnósticos, que se traduce a 1128 de los casos autóctonos.
Y es que es cierto que les resulta significativamente difícil a las autoridades restringir la situación pues mantener un control preciso y actualizado de cada viajero que llega y sus familiares lleva tiempo, personal dedicado únicamente a la tarea y voluntad de colaborar por ambas partes. Es imposible. Asegurar que todos se hagan las debidas pruebas y que no tengan contacto con la comunidad son, además, aspectos que tienen que partir de que los viajeros sean disciplinados y fiables, con lo que casi nunca se puede contar.
Por cada 1000 viajeros que vienen de Estados Unidos, como explica el doctor Durán, se detectan 12,9 casos positivos; de México, 11,7; 9,7 de Haití; 12,6 de República Dominicana; de Bahamas, 2,2; y 4,6 de Panamá. Estos datos que provocaron que a partir del nuevo año haya una reducción de llegadas de vuelos que provengan de los países mencionados, puesto que la reducción del flujo migratorio influiría de manera directa en la reducción de casos importados del virus.
Ante el panorama que espera al 2021, el personal médico que atiende los aeropuertos internacionales pasará a exigir la presentación de un resultado de PCR negativo a partir del 10 de enero a todos los pasajeros, documento que deberá ser obtenido 72 horas antes al viaje y realizado en un laboratorio certificado.
El portal Cubadebate publicó una aclaración que aseguró el hospedaje en hoteles acondicionados para realizar la etapa de aislamiento a viajeros cubanos residentes fuera del país que decidan utilizar las instalaciones con tal fin.


