Este diciembre ha sido un mes cargado de nerviosismo, incertidumbre y rumores por parte del pueblo cubano, y es que, junto a la situación económica que está viviendo el país, el notable incremento de casos positivos a la COVID-19 es alarmante y muchos dicen que el gobierno se verá pronto obligado a cerrar fronteras aéreas y aislar rigurosamente a la población nuevamente.
El 24 de marzo de este 2020 se declaró la prohibición de entrada de turistas a Cuba para intentar aplacar el contagio de la enfermedad, y en ese momento solo se contaba con 48 casos confirmados en total en el territorio. Se prohibieron entonces todos los vuelos internacionales y el atraque de barcos, mientras que se admitieron, únicamente, los vuelos humanitarios, de mercancías y para trasladar las brigadas médicas al extranjero.
Gran repercusión negativa tuvo esa medida, pues el turismo es la segunda mayor entrada de ingresos al país, o sea, esa industria aporta el 10 % del producto interior bruto (PIB) y emplea a más de 500.000 personas en el sector estatal. Debido a la pandemia también quedaron desempleados unos 16.062 trabajadores privados.
A mediados de noviembre fue que comenzaron la entrada de ingresos por turismo, una vez abiertos los aeropuertos para vuelos comerciales, pero aún esa industria no ha remontado ni a un mínimo porcentaje del bienestar que alcanzó hace un año. Y ha sido gracias a ese intento por recuperar la normalidad que se ha visto un aumento drástico de 1241 casos, solo en casos importados, pues noviembre sumó 318 y hasta este 22 de diciembre, se contabilizaron 923 casos más.
Los casos importados representan el 46% del total de casos confirmados, contando desde el 16 de noviembre, día en que se reabrieron las fronteras.
La autoridades sanitarias cubanas, ante esta situación, han dictado rigurosas medidas para todo el que viaje a Cuba: aislamiento domiciliario hasta tener el resultado negativo de 2 exámenes PCR, con 5 días de separación entre ellos, mientras que los turistas se ven obligados a realizar una prueba PCR y a mantener cuarentena en sus hoteles o casas de renta.
Lamentablemente, es difícil predecir si el Gobierno decidirá cerrar de nuevo las fronteras, dado que esta sentencia será tomada solo cuando aumenten los ingresos en divisas (sin depender del turismo), es decir, primero se debe asegurar un ingreso de divisas importante para compensar la pérdida que dará el sector turístico.
Uno de los objetivos de la llamada «Tarea Ordenamiento» es el de imponer parte del peso de ingresos en el sector privado de la economía en término de impuestos.
En definitiva, es muy posible que Cuba continúe permitiendo la entrada de viajeros internacionales al territorio con tal de generar ingresos imprescindibles, pues la alternativa consiste en vacunar a un gran por ciento de la población cubana para frenar entonces la contracción económica, lo que resulta altamente improbable a corto plazo.
