El aumento de los precios correspondientes a medicamentos como analgésicos o antibióticos fue anunciado por el Ministerio de Finanzas y Precios de Cuba el pasado jueves 10 de diciembre. Lo anterior se recoge en la Resolución 345, que fue publicada en la Gaceta Oficial número 71, lo que establece que dichos productos abandonarán el amparo del subsidio luego del 1ro de enero por llegar.
Medicinas muy populares multiplicaran su precio por casi 13 veces, como es el caso de la duragina (Metimazol sódico), cuyo costo en 2018 era de 3,50 CUP y pasará a costar en enero 47,80 pesos. Asimismo, la amoxicilina puede alcanzar precios entre 18,75 y 33,70 pesos en dependencia del formato.
El incremento salarial, que se estima en una subida de 4,9 veces, no llega a suplir la última «actualización del precio”, como es denominada por el gobierno cubano.
Los fármacos controlados por tarjetones, debido a que tratan enfermedades crónicas, mantienen la subvención, por lo que no varía el costo de medicamentos como la glibenclamida, la cual es utilizada en el tratamiento de personas diabéticas. Los productos de medicina homeopática asociadas a las técnicas tradicionales y naturales que confecciona la industria nacional tampoco serán sujetos de la subida de precios.
Meisi Bolaños Weiss, ministra de Finanzas y Precios, comentó que el Presupuesto contempla una cifra superior a los 7 mil millones de pesos destinados a subsidios de productos farmacéuticos, tanto para los controlados por el «tarjetón» como para otros medicamentos adicionales a los procedimientos médicos indicados.
La ministra esclareció entonces que no quedarán bajo subsidio aquellas medicinas, ya sean importadas o de fabricación nacional, que se requieran en un momento puntual, como para administrar para una infección temporal.
La población, por el momento, no solo piensa y espera que los fármacos no sufran una subida radical, de dos o tres veces el precio original, teniendo en cuenta los precios de los mismos en países desarrollados y, aún más importante, que los locales de venta estén provistos de los medicamentos, pues ni en el mercado informal, con los altos precios que esta vía implica, se encuentran las medicinas que la población busca y necesita.


