Sobre el nuevo escenario económico cubano inminente desde el próximo 1ro de enero de 2021 todavía quedan muchas interrogantes de la población por resolver. Preguntas como: ¿qué ofertas prestarán las shoppings que pasan a vender en peso cubano?, ¿se estabilizarán los suministros?, etc. Tras un año de extrema escasez en el panorama comercial y adquisitivo del país, cuestiones como estas resultan alarmantes en gran medida.
Directivos de la Cadena de Tiendas Caribe y de la Sucursal Cimex se refirieron a los criticados comercios en Moneda Libremente Convertible (MLC) como una medida con un muy buen resultado hasta el momento, pues las actuales tiendas en CUC (que pronto pasarán a recaudar solo CUP) se han podido abastecer (aunque sea mínimamente) gracias a las divisas de ese sector elitista de la población cubana capaz de recibir dinero extranjero, recaudadas en esa entidades.
Kenier Aguiar Ramos, responsable de la división de Tiendas Caribe en la provincia espirituana, alegó a la prensa que las ventas en MLC han permitido el suministro a estas tiendas en CUC, a veces mayor, a veces menor, pero constante, pues siempre algún producto se recibe. Según él y a pesar de la pandemia que azota al mundo desde hace un año, la red de Tiendas Caribe ha mantenido un abasto y un reporte de ventas significativos, por lo que las comercializaciones en divisas extranjeras, dado su influencia positiva en la economía cubana, se hacen necesarias.
Sin embargo, y en oposición a lo prometido por Alejandro Gil Fernández, Ministro de Economía, las tiendas en CUC sí se han visto desproveídas en los últimos meses, y apenas han podido ofrecer mercancías imprescindibles (pollo, aceite, detergente y pocos otros productos de alimento y aseo) con frecuencia, evidentes sobras de otros surtidos, donde de vez en cuando aparece un lote minúsculo de químicos para la higiene del hogar o gel antibacteriano. Hace meses que el cubano ya ni sueña con catar de nuevo la leche condensada.
Según palabras de los directivos de esas entidades, los niveles de oferta de productos indispensables (pollo, aceite y detergente) son equivalentes a los del año anterior, pero, como no se ha encontrado ni importado tanta cantidad, los de aseo personal sí han bajado un poco.
Dado esto, queda también la interrogante de si estas tiendas huérfanas quedarán solo para la venta de alimentación básica y aseo, o si próximamente se piensa incorporar a ellas productos como ropa y calzado. Las autoridades institucionales todavía no pueden dar una respuesta clara a esta pregunta, sino rodear el asunto y contestar con alguna redundancia. Comentaron que se pretende despertar pronto a la industria cubana para que los productos básicos sean suministrados por estas y vendidos a la población desde los comercios en moneda nacional. De ese modo, el abastecimiento que le falta a las tiendas en CUC (próximamente en CUP) será proveído por las producciones nacionales, para que los productos que no sean de primera necesidad sean reservados para las tiendas MLC. De hecho, cuesta pensar que, dada la situación económica actual y la inevitable devaluación del peso cubano debido a la inflación, no se abata más un sector estatal que ya no ofrece demasiadas positividades, y es de este que va a depender el abasto de las tiendas en moneda nacional.
A pesar de las declaraciones autorizadas sobre la manutención de los comercios en Moneda Libremente Convertible como medida transitoria, hasta ahora ha dado buenos resultados y ya tiene planes de futuro, pues directivos de la Cadena de Tiendas Caribe expresaron que para el venidero año es posible la ampliación del servicio de comercialización virtual en MLC desde el exterior del país para todo tipo de productos. Además, en todo lo largo y ancho de la geografía cubana se planean abrir un mayor número de tiendas en divisas extranjeras (tanto convertir los comercios de la red de Tiendas Caribe como de la de Tiendas Caracol).
No obstante, las proyecciones complacientes acerca de los resultados del comercio en divisas extranjeras no garantizan, ni lo han hecho hasta el momento, la ausencia de irregularidades, carestía, prolongadas colas, etc.
Los responsables se refirieron a los freezers como artículo de mayor demanda, la cual aún hoy no ha sido suplida, aunque sí se observa que ha ido decreciendo la cantidad de personas en las colas y, por tanto, el desespero con que estas iban a las tiendas buscando el electrodoméstico debido a la escasez y el cese de la circulación de transporte público de los últimos meses. Como segundo artículo de más demanda se posiciona el split, a lo que agregaron que la venta sucedió sin mayores aspavientos, es decir, sin grandes colas.
Asimismo, los encargados comentaron que los refrigeradores no representan un electrodoméstico en demanda por el momento, y estos especularon que se debe a que la solicitud general está cubierta o a que las personas no poseen el dinero para adquirirlos ahora. Las lavadoras escasean, por lo que se ve la necesidad de forma más inminente. Mencionaron, además, que solo ofertan televisores de 55 pulgadas, y que esa oferta se agotó recientemente, como sucede, al contrario, con los microwaves, que se encuentran sin mayor búsqueda en las unidades de comercio.
Para los directivos, las tiendas en MLC suponen la oferta a la población de la posibilidad de tener acceso a una lista de productos que solo podían adquirir mediante compra-venta en el mercado negro a precios multiplicados por 2 o 3 veces el coste inicial, la cual ni cuenta con una garantía.
Los directivos afirmaron que, comparando precios del mercado oficial y el mercado informal en cuanto a splits, las tiendas en MLC proporcionan, a diferencia de negocios «por la izquierda», una garantía de atención a fallos del artículo vendido, además de costar significativamente menos. Reiteraron, por otra parte, que estas tiendas posibilitan la recuperación de divisas para el país, lo que acarrea que se mantengan en alta el abastecimiento y la comercialización de productos como pollo, aceite y detergente en CUC.
En tiempos en que las entidades financieras cubanas no ofertan divisas extranjeras, un sector mayoritario de la población no es capaz de adquirir la moneda necesaria para abastecerse en un mercado en MLC, por lo que el pueblo cubano se siente realmente indignado con esa medida y exige el cierre inmediato de todas las instituciones en MLC en el país. Solo aquellos ciudadanos que reciban una transferencia bancaria desde el exterior de Cuba son capaces de comprar con la modalidad de ventas en Moneda Libremente Convertible.


