El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, anunció la unificación de la moneda a partir del 1 de enero de 2021, como parte de un paquete de medidas destinadas a corregir distorsiones de la economía del país. El pueblo cubano ha llamado a esta nueva política el Día Cero. Algunos le temen más que otros, pero para nadie será indiferente ya que esta reforma monetaria y salarial será dolorosa pero necesaria para la isla.
Los cubanos revisaron el viernes con lupa los aumentos salariales de hasta un 525% (en el caso del salario mínimo) y los incrementos de precios que regirán en el futuro como parte de la reforma anunciada por el gobierno. Según AFP, tan sólo el precio del pan de 80 gramos que recibe cada persona diariamente por la cartilla de racionamiento, símbolo de igualdad entre los cubanos, subirá 20 veces a 4 centavos de dólar, según las listas de la gaceta.
El Día Cero, como le llama la población, desaparecerá el peso convertible (CUC, igual al dólar) y permanecerá el peso cubano (CUP) a un tipo de cambio único de 24 por dólar para evitar su colapso frente a la moneda estadounidense, recientemente reintroducida en la isla mediante la apertura de tiendas de electrodomésticos y alimentos donde sólo se puede pagar con dólares. En el mercado negro, el dólar, que no se encuentra en bancos y casas de cambio cubanos, está al alza desde hace meses. Con la unificación de sus monedas, el país dirá adiós a un sistema que ha funcionado desde hace 26 años.
El duro ajuste incluye aumentos del precio de muchos alimentos y servicios básicos, así como la eliminación de subsidios, a los que los cubanos se acostumbraron. El gobierno insiste en que las medidas buscan hacer más eficiente la economía de la isla y facilitar las inversiones extranjeras, en momentos en que el país necesita dinero fresco luego de verse privado de las divisas del turismo por la pandemia de coronavirus.
Díaz-Canel calificó las reformas como «una de las tareas más complejas que en el orden económico» haya enfrentado el país, afectado por la caída del turismo debido a la pandemia y el endurecimiento del bloqueo estadounidense bajo la administración de Donald Trump. No obstante, el propio gobernante cubano advirtió que podría registrarse una inflación superior a la prevista. Ese riesgo preocupa a los cubanos que, debido al brote de coronavirus, se vieron obligados a hacer largas filas para abastecerse de alimentos y otros productos de primera necesidad.
En tanto, los expertos subrayan la posibilidad de corregir las fuertes distorsiones generadas por el sistema bimonetario y hay ciudadanos que están en esa línea. El presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, con sede en Nueva York, John Kavulich, también se mostró optimista ante el anuncio. «Si bien el dolor necesario para la población será inevitable, el resultado (de la reforma) debería reavivar el interés de las empresas en el mercado cubano», aseguró.
