Los residentes de una de las provincias más al este del archipiélago cubano, Las Tunas, se hallan muy descontentos con el anuncio de que el centro comercial La Casa Azul pasó a inicios de diciembre a la red de comercios en monedas libremente convertibles (MLC) (eufemismo para los dólares y otras divisas extranjeras).
La página en Facebook de Tiendas Caribe Las Tunas informó: «Hoy sentimos el orgullo y satisfacción de que esta Unidad Comercial se sume a la red de tiendas en la modalidad MLC, lo que contribuirá al desarrollo de la estrategia económico social de nuestro país en momentos actuales».
«Productos de mercado, ajuares, muebles, colchones, lámparas decorativas y productos frescos en su piso de venta Kayama» es lo que, en un principio, se venderá en MLC. La crítica y la indignación de los residentes aledaños y frecuentes de la tienda desbordó la sección de comentarios de dicha publicación.
Roberto Bustamante alegó que en estos momentos «cuando Estados Unidos le apretó la manga, tuvieron que quitarse la careta poniendo estas tiendecitas», afirmando que aquí hasta hace poco «nunca hubo falta de nada, simplemente, no querían recoger moneda nacional». Dijo entonces: «no hay bloqueo, lo que hay es descaro».
Lisy Toledo dijo que espera por los autores de la publicación «también se detengan a ver que absolutamente nadie ha hecho ningún comentario positivo sobre ella», por lo que acotó: «ni siquiera los que pueden acceder a estas tiendas y mucho menos aquellos que se dicen llamar ‘revolucionarios'». Por último, expresó la «pena y rabia» que siente: «decepcionante cada día más para mí y todos los cubanos», concluyó.
Adriana Vega también se pronunció diciendo que «los cubanos no ganan MLC» por lo que lanzó la interrogante: «de dónde sacamos para poder comprar porque prácticamente nos han dejado sin acceso a ninguna tienda y en las dos que dejaron no hay de nada». Se refirió entonces a lo que ya muchos comentan sobre los pequeños regalitos para los niños: «Ya los niños no se pueden comer una galleta, un dulce, ni darse un capricho».
Darío Rodríguez señaló: «No entiendo por qué el orgullo. Mejor dicho pena y vergüenza da que se luche por una ideología cuando se vive con la moneda del enemigo». Explica que «que un trabajador regular no pueda acceder a los productos por no tener dólares en su tarjeta. Siento que en vez de evolucionar nos atrasamos más y más con estas medidas».
Los defensores del Gobierno, como Óscar Ayala González, también se pronunciaron y no faltaron las críticas (ya habituales) a los revendedores: «¿Por qué nadie protesta por los revendedores y los precios excesivos, sobre todo en Revolico, y son los mismos productos de las tiendas en MLC?», dijo.
«Todo en MLC. ¿Y los que no tienen? Creo que nunca antes vi semejante barbaridad ni semejante falta de respeto al trabajador», dijo Lisber Rodríguez, lamentando que el presidente Miguel Díaz-Canel anunciara «72 tiendas, en Las Tunas eran dos». Dijo entonces que «ahora hasta el papel sanitario».
El Gobierno cubano continúa presentando estaos comercios como «una solución a las circunstancias actuales» en la isla, a pesar de las gran cantidad de críticas y descontentos con esta y otras medidas, en plena crisis económica, junto a la pandemia de coronavirus y las sanciones de la Administración de Donald Trump.
Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación, defendió a las tiendas en dólares como «una decisión de justicia social y de socialismo».
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