Un reportaje de Canal Caribe confirmó un operativo policial llevado a cabo por oficiales del Cuerpo de Guardafronteras, órgano que responde al Ministerio del Interior (MININT), que concluyó con el arresto de un número de cazadores furtivos.
Los agentes desarrollaron el plan en reservas protegidas, donde las personas se escabullían para cazar animales y vender la carne.
Según la audiencia televisiva, la estrategia se llevó a cabo en la provincia de Mayabeque, donde le decomisaron neveras rústicas con 175.05 kilogramos de carne de cocodrilo y 143.1 kilogramos de carne de jutía.
En total fueron halladas 23 colas de cocodrilo y 58 fragmentos de cuerpo de esta misma especie.
Para su cometido, los clandestinos emplearon barcos y cargaban neveras con el fin de almacenar la carne de los animales que apresaban, en las cuales fueron encontrados restos
La instructora penal del operativo informó que los ciudadanos fueron sorprendidos por el Cuerpo de Guardafronteras del municipio Batabanó. Ellos estaban en tres embarcaciones de fabricación rústica y se dedicaban a la caza de animales en peligro de extinción.
La presencia de personas que cazaban animales en el área de Batabanó fue reportada por colaboradores del Cuerpo de Guardafronteras, cuyo aviso resultó imprescindible para la realización del operativo.
Los cocodrilos cazados pertenecían a la especie Crocodylus acutus o cocodrilo americano procedente de Norteamérica y a la Crocodylus rhombifer conocido como cocodrilo cubano que está en peligro “crítico” de extinción.
El caso no ha sido concluido aún dado que se encuentran en proceso de una investigación más profunda sobre cómo sería comercializado el producto.
Cada vez más especies endémicas se encuentran peligro de extinción por la caza furtiva. La jutía, el cocodrilo y tipos de tortuga como la caguama o el carey son cazados, la mayoría de las veces por motivos fútiles como comercialización de carne por encima del precio estatal u ornamentación. La depredación indiscriminada de la fauna marina y terrestre influye en gran medida en el deterioro del ecosistema, a la vez que constituye una actividad delictiva.


