En la provincia cubana de Sancti Spíritus, el llevar uniforme de policía, militar o empleado de las Fuerzas Armadas se ha convertido en un privilegio, ya que las autoridades locales han decidido, ante el rebrote del COVID-19, dar prioridad a las fuerzas del orden público a la hora de comprar alimentos y productos básicos.
Con vistas a disminuir las largas colas y evitar posibles contagios, las autoridades dispusieron desde el pasado mes de abril un nuevo mecanismo para que la población pudiera tener acceso a los productos más demandados. Para ello, se habilitó la venta de los llamados “módulos” que se empezaron a distribuir a través de la misma red de bodegas en las que se ofrece la canasta básica mediante la libreta de racionamiento.
«Cuando lo anunciaron pensé que estábamos salvados porque ya no íbamos a tener que hacer colas de muchas horas para comprar un jabón o una botella de aceite», comentó una espirituana identificada como Maritza Wilson, quien vio los “cielos abiertos” cuando se enteró que en la esquina de su casa habían llegado los tan ansiados módulos de productos de aseo.
No obstante, su felicidad duró poco, ya que cuando se acercó a intentar comprar el módulo, se les informó a los presentes que los militares, la policía y el personal civil de las Fuerzas Armadas tenía prioridad.
«El bodeguero nos dijo que esa era la orden, porque se supone que esas personas están trabajando en la campaña contra el coronavirus y por eso deben poder comprar con facilidades y sin hacer cola», añade Wilson. «Pero lo cierto es que después de que todos los militares de mi barrio compraron, se acabó el champú y el módulo al que tuvimos derecho ya estaba incompleto».
Durante décadas los militares cubanos han estado obteniendo una serie de beneficios con los que engordan sus salarios. Entre estos destacan las casas en la playa y las popularmente llamadas jabitas, que incluyen alimentos y otros productos.
Los citados privilegios (y otros tantos) se otorgaban dentro de las propias bases militares o en centros de trabajo, pero ahora han traspasado fronteras y por primera vez se establece un tipo de prioridad pública a quienes pertenecen al Ministerio del Interior o las Fuerzas Armadas.
