El dilema de Cuba ha perseguido a todos los presidentes estadounidenses desde Dwight Eisenhower.
El ex presidente Barack Obama hizo movimientos inesperados para acercarse al gobierno cubano, obteniendo finalmente pocos beneficios para la población.
Donald Trump, en cuanto llegó a la Casa Blanca, revertió todas las políticas de su predecesor y llevó las tensiones entre ambas naciones a su punto más alto durante las ultimas décadas.
Aquellos que esperan que la administración del presidente electo Joe Biden esté listo para restablecer la relación de la era de Obama con Cuba están destinados a decepcionarse, según expertos en el tema.
«Habrá mucha decepción por parte de quienes apoyaron al presidente electo Biden», dijo John Kavulich, quien dirige el Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba.
Él cree que no posibilidades de que Biden esté planificando viajar a Cuba para reunirse con Raúl Castro como lo hizo Obama en marzo de 2016.
Tampoco es probable que vea compañías de cruceros estadounidenses atracando en Cuba en el corto plazo, o turistas estadounidenses en cantidades significativas caminando por la histórica Habana, o alojándose en la mayoría de los hoteles, o comiendo en un buen número de sus restaurantes.
¿Por qué? “La administración Trump ha conectado de forma directa a Cuba con todo lo que sucede en Venezuela”, dijo Kavulich.
El presidente Trump prometió derrocar a Nicolás Maduro. El ejército y la seguridad de Raúl Castro sirven como la columna vertebral estratégica del gobierno de Maduro en Venezuela. El petróleo del país apuntala la fallida economía socialista de Cuba.
“Entonces, para la administración Biden, cualquier cosa que haga que parezca darle a Cuba, será visto como una recompensa por el apoyo de Cuba a Venezuela y no querrá ir allí”, dijo Kavulich.
La administración Trump prohibió a los estadounidenses negociar con cualquier cosa en la mayor de las Antillas que fuera propiedad de compañías controladas por el ejército cubano.
Kavulich dijo que «el ejército cubano tiene un papel descomunal en la economía cubana principalmente en el mercado turístico».
La política de Trump fue estrangular el flujo de ingresos del ejército. Es probable que esa política se mantenga con nueve miembros del Congreso siendo cubanoamericanos y el senador Marco Rubio probablemente sea el jefe de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
«Si en el Congreso detectan que cualquier cambio propuesto por Biden podría beneficiar de alguna forma a las Fuerzas Armadas en Cuba entonces tendrá un gran resistencia entre los congresitas», dijo Kavulich.
Los observadores de Cuba dicen buscar un aumento en las remesas para las familias en la isla, agregando personal a la embajada de Estados Unidos para procesar las visas, pero no el nombramiento de un embajador.
