En el Jardín Madre Teresa de Calcuta, al fondo la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, un grupo de trabajo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, laboró durante esta semana en el acondicionamiento del sitio donde quedarán por siempre depositadas las cenizas de Eusebio Leal Splenger.
Aunque aún no se anuncia la fecha escogida para realizar sus honras fúnebres, pues el Gobierno cubano explicó que estas se tendrían lugar «cuando las condiciones del país fueras las adecuadas respecto a la pandemia», tras su deceso el pasado 31 de julio comenzaron las obras en el sitio escogido por el propio Leal para su descanso eterno.
El diseño de la tumba en si está lleno de simbolismos, muchos de los cuales aún no se han revelado. Entre los detalles que hemos podido conocer destaca el numero 1993 que se encuentra tallado en piedra en la esquina inferior derecha, el cual representa el año en el que La Habana Vieja fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
Los 5 cuadrantes de tierra son de diferentes lugares históricos de Cuba. El octágono central donde irán las cenizas tiene una cruz en plomo por sus creencias católicas y porque Spengler significa «el que trabaja con plomo o plomero». El número de elementos del perímetro representan los años que fue Historiador de la ciudad y la edad. Además, dos fechas importantes para el centro Historico marcan las esquinas del rectángulo
De igual forma, la tierra que se encuentra sobre la urna donde depositarán sus cenizas ha sido traída de varios lugares de Cuba que tienen vital importancia para la historia, como por ejemplo, la tierra del lugar donde cayó combatiendo en el Potrero de Jimaguayu el Mayor General Ignacio Agramonte.

El arquitecto cubano Juan Carlos Perez Botello fue el encargado del diseño de este monumento funerario, quien además reveló que a su izquierda también descansarán las cenizas de la madre de Leal.
La primera persona inhumada en este sitio fue Diana Barreras Gutiérrez, en el año 2001, quien en vida fuera la secretaria personal por más de 25 años de Eusebio Leal. Posteriormente, en el año 2003, fueron trasladados desde el Cementerio de Colón los restos de Emilio Roig de Leuchsenring, primer historiador de la Ciudad y su esposa María Benítez.

También reposan aquí las cenizas del cineasta cubano Octavio Cortázar, la ceramista y escultora Marta Arjona, el artista plástico Juan Vicente Rodríguez Bonachea, el fotorreportero Liborio Noval.
Curiosamente, en una cripta interior del Convento, descansan desde el año 1999, los restos del afamado Caballero de París. También en la parte del museo, se conservan en una urna, algunos restos hallados en el sepulcro del conquistador de América Hernán Cortés, traídos desde México a la Habana en el año 2003.




