El Delfinario de la provincia de Cienfuegos, uno de los varios existentes en el país, sumó desde el pasado fin de semana la reapertura de su gran parque acuático inflable, inaugurado hace aproximadamente dos años, pero que se mantuvo cerrado por un tiempo por problema en algunas de sus atracciones.
Para acceder al lugar, los cubanos debe reservar con al menos un mes de antelación el servicio de pasadía, pues se prioriza a los clientes que están hospedados en los hoteles de la provincia y que desean disfrutar de este parque.

La reservación, que tiene un precio de 50 en moneda nacional para los niños y de 100 para los adultos, permite gozar desde las nueve de la mañana y hasta las cuatro de la tarde del lugar, y las personas también tienen derecho a disfrutar el show de los delfines y demás propuestas del enclave turístico.
El parque tiene capacidad para 120 personas cada jornada y para los cubanos se comercializan «ofertas gastronómicas con precios variados» como croquetas de pollo, lonjas de cerdo y de pechuga, pollo asado, camarón grillé, arroz blanco, ensalada de vegetales, así como toda la gama de bebidas que incluye refrescos, jugos y cervezas, entre otras.

Instalado con tecnología de primer mundo y ubicado a 17 kilómetros de la ciudad de Cienfuegos, el parque acuático inflable, insertado dentro del delfinario, deviene una propuesta recreativa para disfrutar un rato agradable en las aguas del Mar Caribe.
En el polo turístico de Varadero existe un parque acuático similar, el cual abrió sus puertas a inicios del 2020.
Este centro acuático, se encuentra localizado frente al club de buceo en la zona del canal de Paso Malo y está abierto todos los días de 10 de la mañana a 5:30 de la tarde. Cómo atractivo, el parque posee obstáculos acuáticos inflables organizados en forma de circuito que permiten la recreación del turista nacional a través de juegos de equilibrio, fuerza, canales de salto al agua y trampolines.
Sin embargo, en este solo se permite la permanencia de las personas por una hora, para así evitar la aglomeración de personas que esperan para entrar al centro acuático inflable.


