Cada vez son más frecuentes los episodios en las afueras de las tiendas por parte de la población, que se ve obligada a someterse durante horas a las inclemencias del tiempo con tal de poder algunos productos que llevar a sus casas. Precisamente las condiciones climatológicas hacen que en ocasiones la situación se salga de control y que tengan que intervenir las fuerzas del orden público.
Justamente eso fue lo que ocurrió en la barriada de Romerillo, del municipio Playa de La Habana, tras la llegada de pollo, picadillo, champú. El arribo de los tan anhelados productos trajo consigo que se formara una extensa cola que terminó desorganizándose por la lluvia. Las imágenes del penoso episodio han sido captadas en cámara y, pese a que no tienen muy buena calidad, reflejan a la perfección las condiciones a las que tiene que someterse la población cubana para poder comer.
En las imágenes que han salido a la luz se puede apreciar claramente la cantidad de personas que exigen que les den ingreso a los productos.
La cola se dispersó por momentos debido a la lluvia, pero al escampar todos intentaron obtener los primeros puestos para poder entrar al establecimiento y comprar los productos antes que se agotasen.
La situación se salió de control de tal manera que se hizo necesario la intervención de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) para intentar calmar los ánimos, ya que nadie quería irse al final de la cola.
Agentes de la PNR suelen estar presentes en las colas en un intento por mantenerlas organizadas y libres de posibles broncas tumultuarias. No obstante, la demora de los trabajadores de las tiendas, ligados al estrés al que se encuentran sometidos los pobladores para adquirir alimentos y artículos de primera necesidad, hacen que estas colas se salgan de control con bastante frecuencia.


