Si llega a aprobarse el nuevo proyecto de Ley del Presidente y Vicepresidente de la República de Cuba, que está siendo discutido hoy en el Palacio de las Convenciones de La Habana y que será puesto a consideración de la Asamblea Nacional del Poder Popular la próxima semana, entonces Miguel Díaz-Canel y los que lo sustituyan de ahora en lo adelante al mando del país tendrán que rendir cuenta sobre su gestión de forma anual ante el Parlamento.
En Cuba, después del triunfo de la Revolución, ni Fidel Castro ni Raúl Castro rindieron nunca cuenta de su gestión a la población ni a sus supuestos representantes, en este caso los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular, por lo que la normativa supondría un cambio importante para el principal cargo de poder en la Isla.
Según la actual Ley 131 de la organización del Consejo de Estado, el presidente actualmente debe rendir cuenta de su gestión al menos una vez durante su legislatura, la cual se extiende por cinco años.
Sin embargo, en caso de aprobarse esta nueva ley, el mandatario estaría obligado a hacerlo anualmente, aclarando que este ejercicio se realizará de forma oral y «sin dictamen de las comisiones». Esto ultimo significa que no habrá preguntas ni dudas por parte de los diputados, algo que fue criticado durante la propia sesión plenaria donde fue presentado hoy el proyecto, pues algunos legisladores señalaron que debía existir un mecanismo para que la rendición de cuenta del jefe de Estado cumpla realmente su función y no se convierta en un discurso más ante ese órgano legislativo.
La nueva Ley de la Presidencia y Vicepresidencia también incluye novedosos cambios como la posibilidad de que el presidente y el primer ministro presenten su renuncia. Además, se incluyó la posibilidad de que el mandatario de la nación sea inhabilitado del ejercicio de sus funciones por enfermedad, siendo asumido el cargo por el primer vicepresidente, el cual tendrá la obligación de convocar a elecciones en los próximos seis meses de asumir el puesto.


