Entre la llamada situación coyuntural en Cuba, que ya tiene buen tiempo dando que hablar, y la pandemia de coronavirus de COVID-19, no han sido pocas las cosas que han brillado por su ausencia en tiendas y demás establecimientos. Entre ellas, uno de los que se ha echado en falta notablemente es el condón.
Un artículo recientemente publicado en el periódico vanguardia recoge algunas denuncias realizadas por residentes en San Clara sobre la escasez de este tan necesario método anticonceptivo.
“Yo tengo el síndrome de ovario poliquístico y con las pastillas anticonceptivas el ciclo se descontrola por completo. Es preocupante la falta de condones en las farmacias y al menos para mí el uso de otros anticonceptivos no es una opción, ya que los considero demasiados invasivos”, comentó una de las entrevistadas.
Otra villaclareña, identificada como Sheila, contó que el único método anticonceptivo que puede usar es el condón, ya que posee otros padecimientos que prefirió no revelar.
“En los grupos de venta en WhatsApp y Telegram te los encuentras, pero lo mismo están a 15 pesos que a 25, y no estoy hablando de una caja”, contó.
Como ya viene siendo habitual en cada nota oficialista, la culpa recae una vez más en los revendedores, a quienes se responsabilizada por la crisis en más de un sentido que vive la Isla.
«El más buscado entre los prófugos sigue siendo el condón; no solo por la tela de araña que cubre su ruta desde la lejana China hasta las farmacias cubanas, sino porque a raíz del desabastecimiento, muchos especuladores hacen del coito protegido un negocio», señala la nota.
La falta de condones lleva siendo un problema constante desde hace más de un año en Cuba y quienes en viven en la Isla acuden a las redes sociales con frecuencia a ventilar este problema que, como muchos otros de los que adolecen, parece no tener solución al menos a corto plazo.
