El Gobierno cubano aprobó hace unas horas una nueva medida que ya ha comenzado a causar criticas por parte de la población pues algunos ven en ella cierta carácter discriminatorio.
Según informó el Consejo de Defensa Provincial de La Habana, se acordó que todas las puertas de las casas donde existan personas sospechosas de estar contagiadas con coronavirus serán marcadas con una pegatina que las identifique, pues recordemos que las autoridades decidieron cerrar todos los centros de aislamiento y ahora la población debe pasar el período de cuarentena en sus hogares.
Además, las familias que sean aisladas en sus viviendas serán «controladas» por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y el Poder Popular, quienes conocerán de los hogares con esta condición a través del médico de la familia.
Todas las semanas, las autoridades realizarán reuniones «para rendir cuentas sobre la manera en que los niveles municipales y provinciales verifican el ingreso domiciliario», incluso se ordenó crea un «equipo de especialistas» en cada territorio esto.
Las pegatinas, que de momento no se conoce cómo serán, identificarán las viviendas que tienen personas aisladas y serán distribuidas desde el día de hoy.
Habitualmente el Gobierno estaba colocando en las cuadras o edificios múltiples donde se detectaban personas sospechosas de coronavirus cintas rojas o amarillas con las que advertía sobre la prohibición de circulación dentro de esa zona. Sin embargo, todo indica que ahora la restricción será más focalizada a la propia vivienda donde se encuentran los casos aislados.
Esta nueva iniciativa del Gobierno cubano puede considerarse como discriminatoria contra los enfermos por el nuevo coronavirus, según ha alertado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En abril de este año, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, llamó la atención sobre los señalamientos del Estado a pacientes del nuevo coronavirus.
«La estigmatización y la discriminación son inaceptables en todo momento y lugar y deben ser combatidas en todos los países. Como he dicho muchas veces, es la hora de la solidaridad, no de la estigmatización», añadió.
