Tras casi seis meses cerradas al turismo internacional, las playas del balneario turístico de Varadero volvieron a recibir turistas como parte de la nueva normalidad anunciada por el Gobierno cubano para la desescalada de la pandemia que emprende la Isla desde el pasado lunes.
Los grupos hoteleros estatales Cubanacán, Gaviota, Gran Caribe e Islazul aseguraron tener a punto sus instalaciones para garantizar una reapertura con total seguridad para los huespedes, que ahora podrán nuevamente compartir entre turistas nacionales y extranjeros.
El Ministerio de Turismo emitió un comunicado en el que informó que todos los que decidan reservar en los hoteles de Varadero tendrán que someterse a un test PCR para comprobar que son negativos al coronavirus y que todas las instalaciones contarán con un grupo médico y un epidemiólogo las 24 horas.
La península de Hicacos será el primer punto de la Isla al que podrán regresar los turistas foráneos, quienes desde julio pasado ya podían visitar Cuba, pero con estancias limitadas a los cayos al norte y sur del archipiélago, vedados temporalmente a los cubanos para evitar brotes de coronavirus.
Durante esa apertura parcial los visitantes que han llegado fueron fundamentalmente canadienses, aunque con una afluencia menor de la esperada probablemente debido a que en Canadá aún es obligatoria la cuarentena al reingresar al país, lo que desincentiva los viajes.
La capital, la principal puerta de entrada a la isla caribeña y la única terminal en la que pueden operar las aerolíneas estadounidenses debido a sanciones recientes de Washington, aún no ha entrado oficialmente en la etapa de «nueva normalidad» vigente en la gran parte del país, aunque se espera su reapertura oficial a partir del proximo 1ro de noviembre.
