La situación alrededor de los médicos cubanos Landy Rodríguez y Assel Herrera sigue siendo cada día más oscura, luego que hace solo unos días se corriera como pólvora la noticia sobre su supuesta liberación después de un año y medio en cautiverio, desde que fueran secuestrados por el grupo terrorista islámico Al Shabab en Kenia y trasladados luego a Somalía.
Hoy, cumpliéndose un año y medio exacto de su secuestro, el Gobierno keniano aseguró que ambos siguen vivos, pero advirtieron que no ofrecerán más detalles «por la sensibilidad de la situación y para no comprometer los planes en curso».
«Nuestras fuerzas están desplegadas en Somalía para garantizar que, cuando se ponga en marcha la operación, los dos doctores cubanos puedan ser rescatados vivos y puedan reunirse con sus familiares», reveló el portavoz del Ejecutivo de Kenia, Cyrus Oguna.
Las autoridades kenianas han admitido que «resulta desafortunado que esta situación esté durando tanto tiempo», sobre todo por el momento que están viviendo las familias de ambos galenos, y volvieron a pedir «paciencia» una vez más.
Algunas agencias de prensa han obtenido declaraciones del servicio de Inteligencia de Kenia donde aseguran que el operativo para liberar a Landy y Assel se frustró hace unos días porque «filtración de la información pudo haber parado las negociaciones con los secuestradores».
Según la agencia EFE, la operación de liberación estaba en marcha cuando alguien filtró a la prensa que ya los médicos estaban en libertad, lo que paralizó inmediatamente el «traslado seguro» de los rehenes cuando estos estaban en manos de «una tercera parte» y no de Al Shabab.
«Los gobiernos están debatiendo cómo presentar la liberación, pero el hecho de que se produjese esa noticia no es casualidad. Indudablemente, está pasando algo, y es cuestión de tiempo que los liberen», comentó a nuestra redacción el analista somalí Rashid Abdi, que lleva varias décadas estudiando las cuestiones de seguridad, migraciones y política de la región.
Sin embargo, desde que se produjo esa supuesta «filtración», el Gobierno y la NISA guardan silencio. Niegan la liberación, pero no quieren dar más detalles sobre el estado de las negociaciones.
A pesar de que han surgido teorías en los últimos días de que los médicos podrían haber sido secuestrados para asistir de forma personal al líder supremo de Al Shabab Abu Ubaidah, quien habría sido reemplazado el pasado agosto por una supuesta enfermedad, no hay confirmación y la hipótesis más solvente de la causa de su secuestro sigue siendo el pago de una recompensa.


