Que se detectara que, en los registros de Quemados de Güines estuviesen asentados 148 niños falsos es una muestra más que un mal está presente en cada empresa desde el occidente hasta el oriente cubano: la falta de control y supervisión.
Los cubanos en muchas empresas recurren a los más variados “trucos” con tal de sacar algún beneficio propio que les permita asegurar sus alimentos y, si se da la oportunidad, hacer negocios con ellos. Por esta razón, un grupo de individuos de Quemado de Güines, en la provincia de Villa Clara, se dio a la tarea de dar de alta a 148 niños falsos en el Registro de Consumidores con vistas a apropiarse de los alimentos que les eran asignados por la canasta básica a los supuestos infantes.
“Los inescrupulosos individuos se aprovechaban de sus cargos para apropiarse de manera ilegal de una serie de productos alimenticios subsidiados”, expresó la locutora Agnés Becerra, del Noticiero Nacional de la Televisión Cubana.
Según lo informado, el delito se estaba cometiendo en cinco establecimientos comerciarles del municipio de Quemado de Güines, y que fue la propia población quien brindó los detalles que llevaron a que las autoridades abrieran una investigación.
Hasta el momento son 22 las personas las personas vinculadas a la Oficina del Registro del Consumidor, administradores y dependientes de las bodegas, así como funcionarios del Grupo de Inspección Estatal del Comercio, la empresa mayorista y otros cinco ciudadanos ajenos a la entidad, los que se enredaron en esta madeja que evidencia una vez más el nivel de deterioro moral y corrupción existente, en el cual también incurren hasta los llamados “cuadros”.
Actualmente, seis de los involucrados se encuentran en prisión provisional, mientras que a los restantes les han sido aplicadas medidas cautelares sanciones que incluyen separación definitiva de sus puestos laborales y multas administrativas.
