La prensa mexicana ha denunciado la presencia de una «mafia cubana» en Cancún, la cual tiene como centro de operaciones la zona conocida como «La Habana chica», ubicada un perímetro que abarca varias supermanzanas, sobre todo el donde se concentran la mayor parte de los comercios dedicados a la venta de mercancía al por mayor para las «mulas», las cuales luego revenden sus productos en el mercado informal en Cuba.
Según el diario El Despertador de Quintana Roo, los cubanos han «invadido» las supermanzanas 23, 24, 26, 27 y 28, las cuales pasaron de ser «una de las colonias más anheladas para residir en familia» por su «seguridad» a sufrir «un giro de 180 grados, para convertirse en uno de los lugares más inseguros de la ciudad».
«El tráfico de personas, lavado de dinero, secuestros, narcomenudeo, suplantación de identidad, mulas, asaltos y diversos crímenes, hoy son encabezados por la mafia cubana en Quintana Roo», asegura el citado medio.
Un análisis de criminalidad en Latinoamérica y el Caribe realizado por la organización Insight Crime revela que «las bandas criminales de cubanos se han establecido en Cancún y Playa del Carmen», quienes actúan contra sus mismo compatriotas en robos, estafas y secuestros, estos últimos pidiendo «rescate a sus familias en Estados Unidos».
Supuestos «médicos, intelectuales y artistas cubanos radicados en Cancún», que fueron entrevistados bajo condición de anonimato por este medio de prensa, expresaron su preocupación por lo que está ocurriendo en los últimos años con el aumento de la delincuencia por parte de sus connacionales.
«Existen principalmente dos tipos de cubanos radicando en Cancún: el que llega directamente de la Isla y aquellos que hicieron toda su vida en Miami, pero que fueron exiliados de Estados Unidos durante la presidencia de Barack Obama», señala El Despertador de Quintana Roo.
En «La Habana chica», como le han comenzado a llamar a la zona donde radica el mayor numero de cubanos, se puede observar «pequeños grupos deambulando por las avenida Tulum, Yaxchilán, Uxmal y Sunyaxchén», zonas que este diario afirma que son el principal foco de delincuencia de la ciudad.
«Desde muy temprano, a lo largo de las supermanzanas 23, 24, 26, 27 y 28, se puede comprobar la existencia de locales con banderas cubanas en sus puertas, que van desde hoteles, hostales, cafeterías, restaurantes, tiendas de mercancía variada, hasta el que ocupa la cajuela de su automóvil para vender artículos diversos», detalle El Despertador.
Sin embargo, aseguran que resulta extraño que «muchas de esas tiendas prohíben el acceso a los mexicanos, y si por error entra alguno le piden que salga del lugar».
«Es fácil detectar grupos de cubanos caminando por las calles, inconfundibles por su acento, o bien en motos dando vueltas», destaca el diario y, ya entrando en un tono más discriminatorio a los nacidos en la mayor de las Antillas, aseguran que esto «resulta incómodo».
Para rematar, se dice que los mexicanos que residen en esta zona «tienen miedo a salir de sus domicilios, porque cuando lo hacen se vuelven victimas de robos en sus casas».
«Hay también quienes afirman que no pueden ni dormir, porque toda la noche escuchan como están encintando cosas de paquetería, o bien de madrugada legan camionetas a descargar o a llevarse cosas», revela la nota. Sobre esto, nuestra redacción averiguó entre cubanos que viajan a Cancún y nos comentaron que se trata de las mismas mulas, que aprovechan la noche para poder preparar sus equipajes pues en el día realizan las compras y las camionetas los recogen temprano para llevar sus maletas al aeropuerto.
El punto final, y que estaba claro que no podía faltar, es donde se dice que los vecinos «han observado como los cubanos matan gallinas negras para hacer brujería», lo que ha hecho que mexicanos se vayan a rentar a partes menos céntricas de la ciudad pues la zona donde están los cubanos «ya dejó de ser ese lugar seguro y agradable que fue antaño».
