La prensa estatal casi siempre pierda la rosca, pero a veces llegan a tocar el ridículo (ocurre a menudo). El hecho es que ahora están promoviendo que la población en Cuba coma cáscaras de plátano asegurando que «previene la aparición de cataratas, reduce el dolor de cabeza, mejora el sueño, reduce el colesterol…» y un sin fin de beneficios que hace pensar que ahora venderán cáscara en la farmacia y no medicamentos.
La publicación, que se ha convertido en todo un viral en las ultimas horas, aparece en el diario Tribuna de La Habana, y en ella se dice que «la cáscara del plátano o banana es tan nutritiva como el interior pues aporta hierro, potasio y vitaminas B, C y K».
Incluso, el articulo da por seguro que comer cáscara de plátano mejor el humor: «Con dos cáscaras de plátano al día durante tres días consecutivos aumentarás hasta en un 16% la serotonina en tu cuerpo. Puedes hervir la cáscara 10 minutos antes de comerla, licuarla o mezclarla con otras frutas».
La cosa sigue abundando en beneficios, aunque la mayoría sin ningún respaldo científico, enumerando ventajas de su consumo como: blanquear los dientes, ayudar en la cicatrización de arañazos y heridas, eliminar las manchas en la piel, permitir una mayor absorción del calcio en el organismo, fortalecer los huesos, entre otros.
No es menos cierto que algunos de los puntos enumerados son reales, incluso entre los veganos existen recetas en las que se sustituye la carne de cerdo por la cáscara del plátano.
Los cubanos también hicimos uso de la cáscara en pleno período especial, y no solo de la del plátano, pues algunos la molían y preparaban algo parecido a un picadillo, mientras otros hacían una simulación de un bistec a la plancha con la cáscara de las toronjas (por cierto, ¿dónde coño se metieron las toronjas que ya no se ven?).
