El presidente Donald Trump anunció hoy que los ciudadanos estadounidenses que decidan viajar a Cuba ya no podrán hospedarse en ningún hotel del país manejado por el Gobierno, ni tendrán la oportunidad de pagar por tabacos o ron de fabricación cubana, o se atienen a pagar fuertes multas por violar las disposiciones del embargo.
“Hoy, como parte de nuestra continua lucha contra la opresión comunista, estoy anunciando que el Departamento del Tesoro prohibirá a los viajeros estadounidenses alojarse en propiedades propiedad del gobierno cubano”, dijo Trump en un evento en la Casa Blanca en el que participaron al menos una veintena de exiliados cubanos, la mayoría veteranos de la invasión de Bahía de Cochinos, miembros de la Brigada 2506.
«También estamos restringiendo aún más la importación de alcohol y tabaco cubano», dijo el mandatario en la ceremonia en honor a los veteranos de Bahía de Cochinos y en conmemoración del 40 aniversario de la crisis de los balseros del Mariel de 1980 que llevó a 120.000 cubanos a Miami.
El Departamento del Tesoro, por su parte, ha matizado en un comunicado que se restringirá la asistencia o la organización de reuniones o conferencias de carácter profesional en Cuba, así como participar en eventos públicos, así como talleres, concursos o exposiciones.
Las propiedades cubanas afectadas por las sanciones aparecerán en una nueva lista creada por el Departamento de Estado. Las agencias de viaje y turismo sujetas a la jurisdicción estadounidense no podrán realizar reservas en estas propiedades.
Desde que asumió el cargo en enero de 2017, Trump ha tratado de deshacer la distensión con Cuba perseguida por su predecesor demócrata, el presidente Barack Obama.
En junio de 2019, la administración Trump impuso nuevas y severas restricciones a los viajes a Cuba, diciendo que la medida tenía como objetivo presionar aún más al gobierno comunista por su apoyo al asediado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
El Departamento del Tesoro dijo en ese momento que Estados Unidos ya no permitiría los llamados viajes educativos en grupo de persona a persona, una de las exenciones más populares a la prohibición general del turismo estadounidense a Cuba.
A principios de este año, la administración Trump ordenó a Marriott International MAR.O que suspendiera las operaciones hoteleras en la Cuba. Starwood Hotels, ahora propiedad de Marriott, fue la primera empresa hotelera estadounidense en firmar un acuerdo con Cuba desde la Revolución de 1959,, en medio de la normalización de relaciones que buscaba Obama.
Las sanciones de Estados Unidos han paralizado aún más una economía que ya lucha con una disminución en la ayuda de su principal aliado político: Venezuela.
La medida también se produce cuando Trump y el aspirante demócrata Joe Biden seguían encerrados en una reñida carrera en Florida, un estado que Trump ganó en 2016 por solo 1,2 puntos porcentuales.
Los asesores de Trump creen que su postura endurecida sobre Cuba, así como sobre Venezuela, ha tenido un buen impacto en la gran comunidad cubanoamericana del sur de Florida, un importante bloque de votantes en el estado.
Ningún republicano ha ganado la presidencia sin Florida desde Calvin Coolidge en 1924, y Trump celebrará un mitin en Jacksonville el jueves.


