Aunque el Gobierno ha tratado de ofrecer calma a la población asegurando que la fecha para la desaparición del CUC será anunciada y se respetará su valor, la mayor parte de la población está totalmente desconfiada y siguen haciendo largas filas en los bancos y casas de cambio para intentar deshacerse de ellos y quedarse con los pesos cubanos, por temor a una devaluación.
El Banco Central de Cuba (BCC) emitió un comunicado el pasado 10 de septiembre, que fue publicado en la prensa estatal, donde se desmentían los fuertes rumores sobre una inminente unificación monetaria en el país, pero esto no ha logrado frenar las grandes aglomeraciones de los cubanos tratando de cambiar el CUC que tienen en su poder.
La nota del BCC calificó de «no verídica» la información que circulaba en las redes sociales de un inminente día 0 a partir de octubre, lo que no trajo calma como se esperaba y ahora son miles los negocios privados a lo largo de la isla que poseen advertencias visibles donde aclaran que no aceptan CUC y el pago de sus servicios solo lo realizan en moneda nacional (CUP).
Incluso, en el mercado informal, donde el CUC era la moneda fuerte para la compra de productos, ahora la mayoría de los vendedores no lo aceptan y el pánico se sigue generalizando.
«Ahora, además de las colas que tenemos que hacer para poder comprar un poco de comida, tenemos que meternos inmensas colas en las CADECA y en los bancos, porque todo el mundo quiere que le paguen en moneda nacional», comentó a nuestra redacción Josefa Elisa González, quien además reconoció que ella tampoco está aceptando CUC, «ni moneditas», como pago por rellenar fosforeras, a lo que se dedica desde hace casi una década.
Otros fueron previsores, pues los rumores sobre al eliminación del CUC no son nuevos, aunque desde hace unos meses han tomado más fuerza. Eso también se ha convertido en un negocio, al menos para Juan Acosta, quien decidió desde hace unos meses utilizar los 100 mil pesos cubanos que tenía guardados en su casa de la venta de ropa que traía de Ecuador, para cambiarle los CUC a los «desesperados» que no quieren espantarse las colas a 23 CUP por cada CUC. Luego va a la CADECA, se levanta de madrugada, y vuelve a deshacerse de ellos, quedándole un peso cubano de ganancia por cada CUC vendido.
Muchos se preguntan cuán oportunamente se informará a la población sobre el fin de la dualidad monetaria, sabiendo que el Gobierno tiende a guardar la bola hasta el ultimo momento.
A los cubanos no les interesa lo que diga el banco, la prensa y hasta la Virgen Santísima. Eso de que no se afectará el efectivo en poder de la población ni el saldo de las cuentas bancarias en CUC no se lo cree nadie. Cuantas veces el Gobierno ha pedido confianza, desde que triunfo la Revolución viene haciéndolo, y seguimos igualitos, para atrás como el cangrejo.
«Esto va hacer como la apertura de las tiendas en dólares, que ya todo el mundo lo sabía, y el Gobierno lo informó casi el día antes de que abrieran sus puertas», comentó a nuestra redacción Adelaida Abreu, a quien le preguntamos su opinión sobre el tema en la fila para comprar pollo en una mercadito de la calle Infanta, en La Habana.
Todo indica que el desmentido del BCC no surtió el efecto deseado en la población y que la mayoría sigue pensando que la unificación monetaria ocurrirá de un momento a otro…
