El fantasma de los presuntos ataques contra diplomáticos norteamericanos y canadienses en Cuba ha sido revivido por una turista canadiense de 69 años, quien tuvo que ser ingresada de urgencias tras regresar de un viaje a la Isla.
“Debilidad generalizada, aumento de la sudoración, náuseas y vómitos intensos”, fueron algunos de los sintomas experimentados por esta turista según un informe de la revista JAMA Neurology, aunque no especifica el momento en que se produjo el citado viaje a la Isla.
Mientras volaba de regreso a Canadá, la turista comenzó a padecer de incontinencia urinaria, vómitos y letargos. Una vez que fue ingresada, se hizo necesario entubarla y los análisis arrojaron que en su organismo no había muestras de haber consumido bebidas alcohólicas y que tampoco padecía de alergias.
Una tomografía computarizada mostró algo inusual: el globo pálido, una sección del cerebro que controla el movimiento voluntario, era más denso de lo normal en ambos lados del cerebro, recoge la revista.
Antes de subirse al avión en La Habana, la turista había ingerido un sándwich en el aeropuerto, hecho con queso, jamón, mayonesa y lechuga. Además, compró una botella de agua mineral.
La variedad de síntomas que presentaba la mujer tenía dislocados a los especialistas pues iban desde una frecuencia cardíaca más lenta, hasta sensación de depresión, espasmos, debilidad muscular y micción. Lo peor es que después de cinco meses de haber recibido el alta medida, ella seguía presentando efectos neurológicos duraderos y sufría de anorexia.
La revista especializada asegura que la paciente continuó experimentando “dolores de cabeza diarios, insomnio, problemas de concentración y memoria, tinnitus e inestabilidad”. También sufría con frecuencia entumecimiento en las manos, menos capacidad de atención, función ejecutiva y memoria.
El diagnóstico inicial fue “intoxicación con organofosforados”, lo cual se produce cuando una persona es expuesta a una cantidad tóxica de esas sustancias empleadas en insecticidas, medicamentos o armas biológicas.
Según la revista JAMA Neurology, los síntomas presentados por la turista son “consistentes con síntomas neurocognitivos previamente informados entre diplomáticos estadounidenses y canadienses en Cuba”.
“No pudo completar las pruebas de memoria de trabajo espacial y calidad de la toma de decisiones; se encontró que ambos estaban significativamente deteriorados entre los diplomáticos canadienses con sospecha de neurotoxicidad adquirida secundaria a la intoxicación por [organofosforados]”, señala la publicación, la cual añade que el riesgo de “intoxicación por insecticida” en Cuba podría ser mayor de lo que se pensaba anteriormente.
Los incidentes de salud de diplomáticos estadounidenses y canadienses provocaron la salida del personal no esencial de la embajada de Estados Unidos en Cuba y un enfriamiento en las relaciones entre ambos países.
Cuba niega que se traten de “ataques”, una hipótesis sostenida por Washington que acusa a la isla de no proteger a su personal diplomático. Canadá por su parte, se limitó a retirar también a los familiares de sus diplomáticos destinados en Cuba.


