Hace menos de 24 horas que arribó a Cuba un avión cargado de turistas canadienses para vacacionar en Cayo Coco, comenzando así los vuelos comerciales regulares a la Isla en medio de la pandemia. Sin embargo, miles de cubanos siguen en la zozobra de poder regresar a ver a sus familiares y ahora son muchos de ellos los que se preguntan ¿y nosotros pa´ cuando?
Las autoridades han justificado la decisión de dejar ingresar turistas con que estos nos tendrán contacto directo con la población del país pues permanecerán aislados durante su estadía en sus hoteles, ubicados en cayos, de los que tienen prohibido salir. Además, se les aplican test PCR tras su llegada al país, en el mismo aeropuerto, y los trabajadores de los hoteles que los atienden deben pasar, supuestamente, 14 días en cuarentena antes de poder regresar a sus hogares.
Sin embargo, muchos cubanos que llevan meses varados en el extranjero y otros que desean reencontrarse con sus familiares se cuestionan por qué el Gobierno no aplica medidas especiales para permitir su retorno, como aplicar las mismas pruebas PCR para descartar posibles contagios y exigir que se mantengan en los hogares durante 14 días, a pena de ser multados.
Las autoridades en Cuba siguen sin ofrecer una fecha fija para la reapertura de los aeropuertos y los vuelos regulares. Hasta ahora solo se sabe, de forma oficial, que durante septiembre no serán retornados los vuelos comerciales. La decisión, según alega el Gobierno, depende de que La Habana desenrede su complicada situación epidemiológica y pase a la fase 3 de la desescalada, algo que realmente suena aún muy lejano pues se encuentra en fase epidémica.
Pasar de una fase a otra dentro del plan de desescalada del Gobierno toma al menos 14 días cumpliendo una serie de parámetros. Si contamos a partir del próximo día 15 de septiembre, cuando se podrían suspender las medidas especiales que estos momentos afectan a La Habana, entonces tomaría tras esto al menos otros 46 días poder avanzar a la fase más alta del desconfinamiento, todo lo que suena a utopía en estos momentos.
Miles de cubanos proponen que no se reinicien los vuelos a La Habana, pero si a otras provincias, donde los aeropuertos ya han sido declarados en condiciones para recibir vuelos comerciales. Por ahora, nadie ha respondido y el calendario seguirá arrancando hojas a un abrazo de que promete seguir haciéndose más necesario entre tanta muerte y desgracia.
