Las calles de la capital cubana amanecieron casi desiertas hoy, día en que da inicio el toque de queda debido al rebrote de coronavirus. De esta forma puede apreciarse en varias imágenes que han ido saliendo a la luz en las redes sociales.
En tiempos normales, las principales calles y avenidas de La Habana suelen esta repletas de personas y vehículos de todo tipo. No obstante, este primero de septiembre el panorama ha sido bien distinto.

El aumento de los casos positivos de coronavirus durante las últimas semanas ha obligado a que el gobierno arrecie las medidas preventivas. Como parte de las nuevas acciones de control, el gobernador de la ciudad informó que se prohíbe la movilidad de personas y vehículos desde las 7:00 p.m. hasta las 5:00 a.m. del siguiente día. De igual manera, se insistió en la necesidad de disminuir el tránsito peatonal por las calles.
Aquellos núcleos de familias numerosas, donde escapar al muro del Malecón en las noches o dormir en diferentes horarios era una solución para poder compartir el mismo techo, serán los más afectados.

Se estima que el tiempo de duración de este aislamiento sea de 15 días. Sin embargo, se ha dejado saber que pudiera postergarse hasta tanto cambie la situación epidemiológica en La Habana.
En estos momentos, en Cuba se ha complicado de sobremanera el poder adquirir alimentos y artículos de primera necesidad, ya que además de las multitudinarias colas en las afueras de las tiendas en CUC, se han colocado muchos productos en las nuevas tiendas en MLC, donde la mayor parte de la población no puede comprar porque no recibe remesas del exterior.

Solo aglomeraciones se ven este martes en establecimientos comerciales donde se expenden alimentos y productos de aseo, pero en la misma cola no pocas personas llaman al distanciamiento físico o a ponerse bien el nasobuco a algún que otro indolente.
También en la cola de la bodega, mientras esperan su turno para comprar los productos normados del mes, en particular el café y el arroz, no faltan los comentarios de los que se preguntan si quince días serán suficientes para controlar lo que en cuatro meses ha sido imposible ponerle coto.

Por ello el debate gira alrededor de la indisciplina que todavía subyace, o del irrespeto a las leyes y nuevas regulaciones por algunas personas, pero también sale a relucir las altas multas y sanciones penales a quienes desde hoy pretendan hacer de la suya, incluidos revendedores y acaparadores.
Si desde hace semanas el transporte público ya se encontraba paralizado como parte de las medidas adoptadas al regresar La Habana a la fase de trasmisión autóctona limitada, hoy en las calles y avenidas se nota mucho menos movilidad de vehículos estatales, y los que circulan llevan su nueva pegatina de permiso oficial, limitado o permanente.



