Si hay algo con lo que no se puede jugar en la Isla es con el café de los cubanos. En Cuba se monta la cafetera por la mañana, en las tardes, cuando llega alguna visita o por cualquier otra razón que lo amerite. Es por ellos que a los isleños (quienes son expertos en la materia) es muy difícil pasarle gato por liebre en este sentido y, si a un cubano le dan café adulterado, lo más probable es que lo note.
Al parecer, algunos trabajadores de una de las principales torrefactoras del país no tuvieron en cuenta esto y se dieron a a la tarea de sustraer grandes cantidades de café de la torrefactora de Camagüey, con el agravante que le incorporaban la trilla y otros desperdicios durante el proceso de molido.
De acuerdo a la información dada a conocer por la televisión cubana, los implicados elevaban el punto de tueste durante el molido para aumentar la cantidad y peso. De esta forma, lograban sacar un mayor provecho a sus ventas, aunque con ello se atentara contra el color, olor y sabor del café.
En estos momentos, los cuatro directivos de la empresa se encuentran cumpliendo prisión provisional, luego de haber sido denunciados por infringir las normas de protección al consumidor.
“Las ilegalidades fueron detectadas gracias a las reiteradas quejas de la población por la máxima por la mala calidad del café”, expresó una oficial del Ministerio del Interior (Minint) entrevistada por la televisión local.
La oficial también especificó que la trilla ―el desperdicio que se agregaba a los paquetes de café― “no es más que un desecho sólido que cae a partir del proceso de tueste del café y del chícharo”.
Por su parte, la televisión mencionó que la adulteración al producto(café) había causado varias explosiones de cafeteras en hogares camagüeyanos.
Desde que comenzaron los primeros casos de coronavirus en la Isla, las autoridades han estado difundiendo a través de los medios oficiales las medidas que se toman contra «coleros, revendedores y acaparadores”. Sin embargo, rara vez publican reportajes de corrupción en empresas estatales.
