El Gobierno cubano informó que en las ultimas horas fueron arrestados y puestos bajo custodia policial los organizadores de una fiesta religiosa y un cumpleaños masivo en La Habana, los cuales fueron denunciados por sus propios vecinos y acusados de realizar «actividades recreativas irresponsables» en medio de la pandemia del coronavirus.
Así lo informó el diario digital oficialista Cubadebate, insistiendo en «mantener el rigor ante las violaciones de las medidas impuestas en la capital del país desde que regresó a la fase de transmisión autóctona limitada del virus», lo que incluyó el cierre de playas, piscinas, centros nocturnos, paralización del transporte y toque de queda a partir de las 11 de la noche.
Las autoridades han abierto en la capital una cruzada en contra de todo tipo de fiestas y actividades que involucren asistencia masiva de personas, asegurando que este tipo de eventos están detrás del rebrote que en estos momentos se vive en varios provincias occidentales. Sin embargo, muchos cuestionan por qué no se hace algo para evitar los aglomeraciones en la ciudad, las cuales no son precisamente por causas festivas, sino en extensas colas para comprar alimentos y productos de aseo en las tiendas.
Una fiesta religiosa celebrada en el municipio Bauta fue el motivo del inicio del rebrote en la provincia de Artemisa, la cual provocó la puesta en cuarentena de varios territorios, generándose más de 100 casos positivos a partir de contactos de los que participaron en este evento.
En La Habana también se inició un gran foco de transmisión masiva a partir de una fiesta realizada en el bar privado Q´bola, en el municipio Playa, donde participaron seis jóvenes infectados que eran asintomáticos y que provocaron el contagio de decenas de personas en varios municipios de la capital del país.


