El popular actor cubano Bárbaro Marín hizo una directa el pasado fin de semana en la que denunció que a pesar de necesitar un spray de salbutamol para su asma se negaron a vendérselo en la farmacia pues no tenía la receta. Sin embargo, finalmente logró resolverlo, pero no gracias al Gobierno, sino a sus cientos de fanáticos y artistas que se sumaron para ayudarlo.
Al haber estado cerca de cuatro meses sin conseguir el medicamento, que “mágicamente“ se agotaba enseguida que entraba a la farmacia, al actor no le vendieron el salbutamol incluso al llegar a la farmacia con un ataque de asma, porque no tenía consigo la receta.
Al ver lo sucedido, el humorista Limay blanco hizo un llamado a sus contactos en WhatsApp para ver si alguien podía conseguirle el medicamento o tenía alguna extra que le pudiera dar Marín para su sus crisis de asma.
Varias personas se mostraron dispuestas a ayudar, por lo que Limay recorrió varios puntos de La Habana para recogerlos. Luego, a través del también comediante Robertico, se puso en contacto con Bárbaro Marín, quien se mostró muy agradecido con el gesto.
«A la muchacha de Tulipán, al muchacho de la esquina de Tojo, al muchacho de Mantilla y al vecino de Limay, de verdad, muchísimas gracias, y por supuesto a mi hermano Limay que se movió con esto y hasta me los trajo para que yo no tuviera que salir. Todavía existe gente con corazón como Robertico, como Limay y como esos muchachos que se movieron por mí. Muchas gracias», dijo Marín en cámara cuando el humorista le entregó los medicamentos.
La escasez de medicamentos en Cuba es un tema que recibe quejas con bastante frecuencia. Un mal del que adolecen los cubanos desde hace mucho tiempo y que empeora con el paso del tiempo.


