El Gobierno cubano está decidido a cortar de raíz el problema que se le ha formado con las colas en las tiendas y han advertido que desde ahora podrán decomisarse las casas particulares que se utilicen como almacén, así como lo vehículos que se usen para transportar la mercancía, que es comprada en los comercios estatales para luego revenderse en el mercado informal.
Así lo confirmó Daysi Ramírez Naranjo, Fiscal Jefa Provincial de Matanzas, en una entrevista ofrecida al diario oficialista Girón, donde explicó que las autoridades decidieron ampliar el rango de sanciones que se venían aplicando con penalizaciones accesorias, además de la privativa de libertad, que incluyen la confiscación o decomiso de los bienes e inmuebles que se empleen para la comisión de estos delitos, o que se hayan comprado con el dinero obtenido de estas actividades.
«Estamos hablando de inmuebles que se utilicen como casas almacén, vehículos de cualquier tipo, así como todos aquellos bienes adquiridos como resultado de esa actividad ilícita”, enfatizó Ramírez Naranjo.
El pasado 28 de julio la Fiscalía General de la República emitió la Resolución 47 del 2020, que le permite al Gobierno actuar de forma legal contra este tipo de hechos delictivos, implementando nuevos delitos como el de «coleros», «acaparadores» y «revendedores».
«No vamos a permitir que las personas se aprovechen del desabastecimiento y la necesidad para acaparar o revender. Las colas no se pueden convertir en un modo de vida», advirtió la Fiscal Jefa de Matanzas.
La nueva Resolución establece distintos grados de condena contra estas actividades, que van desde la labor profiláctica hasta penas de rigor en cárceles.
Esta norma penal incluye sanciones principales que van desde simples mutas, hasta trabajo correccional con y sin internamiento y privación de libertad por hasta cinco años, además de las penalizaciones accesorias anteriormente citadas.
El problema de las colas se las he ido de las manos al Gobierno cubano, así lo reconoció el mandatario Miguel Díaz-Canel esta semana, asegurando que «las colas han sido secuestradas por un nuevo sindicato que siempre mantiene los primeros puestos».
Como parte de una posible respuesta, las autoridades crearon «brigadas de enfrentamiento» en todo el país, para las que se movilizaron más de 20 mil personas, y que cuidan desde horas tempranas de la mañana la organización de las colas en las tiendas, hasta su horario de cierre.
