Las nuevas tiendas en dólares de alimentos y productos básicos en Cuba han puesto patas arriba la isla y al CUC le han dado muerte por estrangulamiento. Por ese motivo, muchos ahora se preguntan si tiene algún sentido seguir enviado remesas a Cuba por la Western Union… y la mayoría piensan que no.
Los nuevos mercados plantean un gran dilema para la principal compañía estadounidense de envíos de dinero a Cuba, cuyos clientes ahora se preguntan cuál es su objetivo si reciben el dinero en pesos convertibles (CUC), pero las tiendas mejor abastecidas del país ahora solo venden sus productos en dólares estadounidenses.
Western Union, como toda compañía que trabaje de cara al público, debe estar pendiente a la percepción del consumidor, por lo que si el familiar al que se le envía el dinero a Cuba no se beneficia con esta remesa, entonces no va a mandar más.
La situación deben tener corriendo a los directivos de la empresa, pues las ganancias que le reporta los envíos a Cuba son jugosas.
Aunque varios medios de prensa hemos insistido en comunicarnos con Western Union para conocer sobre sus siguientes acciones sobre el tema, las respuestas han sido vagas y poco precisas, manteniéndose firmes en que solo entregarían CUC, aunque estarían valorando otro tipo de opciones.
Al final lo que le interesa al Gobierno cubano es que le lleguen los dólares, pero la decisión de abrir las tiendas no solo ha desatado las criticas de la población, sino que les ha puesto el negocio patas arriba a Western Union.
Lo que está pasando solo tiene dos lecturas: o los militares quieren salir de Western Union, lo cual no se explica, o van “a cuadrar la caja” con Western Union. Le están matando el negocio y al mismo tiempo se están dando un tiro en el pie.
La situación creada por las nuevas tiendas para vender alimentos y productos básicos en dólares mediante una tarjeta magnética donde deben depositarse previamente ha debilitado aún más una moneda artificial, el CUC, que ya venía perdiendo valor.
Pero el problema no parece ser de Western Union, pues el asunto está fuera de su jurisdicción.
Western Union paga una tarifa mensual por sus operaciones en Cuba, paga el salario y los costos de seguridad social de cada empleado de sus agencias en Cuba, y paga el alquiler de los 502 locales que opera allí. Es el líder indiscutible en las remesas que llegan a Cuba por vías oficiales y está al pie del cañón con el Gobierno cubano desde 1999. Ahora solo cabe preguntarse: ¿Cómo los militares cubanos van a hacer esta operación y dejar a Western Union fuera?


