Cuba emitió hoy una alerta sobre la extensa nube de polvo del Sahara que ha comenzado a dejar sentir sus efectos sobre la isla, advirtiendo que las concentraciones de polvo en esta ocasión están «muy por encima de los niveles normales», con densidades nunca vistas en más de medio siglo, por lo que los efectos serán mayores y más dañinos que en años anteriores.
Según la nota emitida por el Instituto de Meteorología de Cuba, esta nube de polvo cubrirá la totalidad del país en el transcurso de la actual semana, provocando un deterioro apreciable en la calidad del aire.
Si bien de forma general las nubes de polvo comienzan a llegar a Cuba entre marzo y abril, los máximos de días bajo tal condición atmosférica ocurren en junio y julio.
En la provincia de Guantánamo hoy el cielo amaneció con una tonalidad lechosa, desapareciendo casi por completo el típico azul intenso, y una densa bruma cayó sobre varios territorios orientales, que limitaban la visibilidad a larga distancia.
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Las nubes son generadas por las tormentas de arena y polvo del desierto del Sahara y el Sahel, las cuales pueden alcanzar alturas de tres a siete kilómetros.
Más allá de condicionar en buena medida el comportamiento del estado del tiempo, las nubes de polvo del Sahara provocan impactos negativos en la salud del hombre y en la de diferentes ecosistemas marinos y terrestres.
El polvo que viaja por las altas capas de la atmósfera terrestre también causa el aumento de mamíferos marinos enfermos, los denominados episodios de marea roja asociados a grandes floraciones de algas, muchas de ellas tóxicas, y en la aparición de plagas en el arroz, frijoles, frutales, caña de azúcar y otros cultivos.
Las nubes de polvo procedentes de ese desierto africano contienen hierro, sal, sílice y otros compuestos minerales, además de contaminantes orgánicos persistentes, virus, hongos, bacterias, y ácaros patógenos, capaces de dañar al hombre, las plantas y los animales
El aumento del asma bronquial, alergias, afecciones de la piel y dolencias cardiovasculares en Cuba, al parecer tiene una de sus grandes causas en las toneladas de polvo que desde el desierto del Sahara llegan todos los años a la Isla, lo cual constituye para las autoridades una nueva preocupación ambiental.
Asimismo,contribuyen a acentuar la sensación de calor y disminuyen la probabilidad de lluvias en las áreas bajo su influencia, aunque tienden a favorecer el aumento de la actividad eléctrica durante las habituales tormentas de verano.
