Mientras casi Cuba entera va regresando poco a poco a la normalidad, La Habana continua siendo el gran foco de contagios de coronavirus del país y todo indica que las medidas y restricciones que el Gobierno ha ordenado se mantendrán en esta provincia por mucho más tiempo que en el resto pues no se ve una luz de salida al final de este largo túnel.
Así lo confirmó ayer el presidente Miguel Díaz-Canel, quien advirtió que la capital cubana se mantendrá «con las mismas restricciones que se implementaron desde que comenzó el enfrentamiento a esta pandemia en la Isla», ya que se trata del territorio con la situación más desfavorable y donde su población parece no haber hecho conciencia de la peligrosidad de esta enfermedad.
«El pueblo de La Habana tiene que estar consciente de que continuarán bajo fuertes restricciones de movilidad, aislamiento social y distanciamiento físico, porque de lo contrario nunca terminaremos de controlar la situación en esta provincia», alertó el mandatario.
El acceso a la playa, piscinas y el transporte serán las situaciones más complejas a controlar en La Habana, pues los habaneros ya están entrando en desesperación al ver que se acerca el verano y el resto de país da pasos hacia la normalidad.
Igualmente se dieron a conocer diversas acciones que realiza la PNR en la capital, con incidencia en los puntos de control, donde se van a reforzar las medidas de entrada y salida de transporte hacia y desde La Habana.
«Hay que parar la apreciación de que en la calle la gente anda suelta. Hay que detectar a quienes están boteando y ser rigurosos, no se puede permitir lo que ocurre…», agregó Díaz-Canel.
Insistió en que a quien se sorprenda prestando servicios en estos momentos que no se encuentren autorizados se le apliquen las medidas jurídicas, penales y administrativas que les corresponda.


