El Gobierno cubano anunció en las ultimas horas que a partir del próximo 18 de junio el país comenzará la desescalada y el regreso a la nueva normalidad, excepto en las provincias de La Habana y Matanzas, las cuales seguirán sin entrar a la etapa cero de la recuperación por la cantidad de casos de coronavirus que siguen reportando.
Las autoridades señalan a la capital cubana como el «epicentro actual y cola de la epidemia» en la Isla y la secunda Matanzas, aunque aseguran que esta ultima «viene evolucionando favorablemente», aunque ninguna de las dos cumple con cinco puntos obligatorio a seguir para poder decretar el inicio de la primera etapa de desconfinamiento.
Para que un territorio o provincia comience la desescalada debe tener cero casos positivos en la los últimos 15 días, conocer la fuente de infección de los casos detectados y no poseer eventos de transmisión local.
«Entraremos en la primera etapa de recuperación que habíamos anunciado y eso implica que la población de comporte de manera responsable en todas las provincias que van a pasar a la primera fase», advirtió el presidente Miguel Díaz-Canel.
El mandatario dejó claro que La Habana no entrará en la primera fase de la desescalada hasta que sus habitantes «logren mayor responsabilidad».
El Ministerio de Salud Publica (MINSAP) de Cuba informó que por 15 días consecutivos 13 provincias y el municipio especial de la Isla de la Juventud se mantienen sin reportar casos positivos a la enfermedad. Todo lo contrario ocurre en La Habana y Matanzas, las cuales en las dos ultimas semanas han confirmado más de 200 casos de coronavirus en sus territorios.
El Gobierno declaró recientemente controlada la epidemia de coronavirus y anunció la semana pasada el plan de reapertura tras casi tres meses de restricciones. Entonces las autoridades no especificaron fechas de inicio pero adelantaron que podría comenzar esta semana de no «ocurrir incidentes» que modificaran la curva de la enfermedad.
Por lo tanto ni La Habana ni Matanzas relajarán de momento las restricciones vigentes, que incluyen uso obligatorio de las mascarillas en la calle, suspensión del transporte publico y privado, y las medidas de distanciamiento social.
«Le pedimos a La Habana y a Matanzas que entiendan que tienen un grupo de particularidades por ser en estos momentos la cola de la epidemia, por lo tanto tienen que mantener todas las restricciones con mucho rigor», agregó Díaz-Canel.
El Gobierno no ha detallado cual es el calendario previsto ni los indicadores mínimos necesarios para que La Habana y Matanzas comiencen el proceso de desescalada, que podría demorar en el caso de la capital, donde han surgido varios brotes del virus en los últimos días.


