Cuba no deja de sorprender y sus dirigentes menos pues el pasado fin de semana celebraron en Santiago de Cuba un evento para mostrar como se podrían construir jaulas para críar pollos y codornices y así resolver en los hogares la crisis de escasez de alimentos que afecta a la población.
Según la recoge el diario estatal Sierra Maestra, varias empresas estatales mostraron con orgullo los prototipos de jaulas que habían construido, que en total parecen haber sido más de una docena por la cantidad de instituciones nombradas en el reporte.
«Para ganar eficiencia y productividad los directivos conciliaron las técnicas constructivas, los materiales, así como la politica de comercialización», detalla la nota. Esto, traducido a lenguaje menos enrevesado, sería como que unos cuantos dirigentes se pusieron a ver cómo construir jaulas con los materiales más baratos posibles para luego venderlas a la población y otros centros de trabajo para crías pollos y codornices… si esta es a solución a la escasez que venga Dios y me diga!!
El reportaje viene a juego con otro publicado por el diario Granma la pasada semana a propósito de la visita a Holguín del ex espía cubano Gerardo Hernandez, ahora Vicecoordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR)… ¡vaya carguito!
Durante su encuentro con campesino de la zona insistió que los cubanos tenían que empezar a sembrar cultivos en sus patios y criar animales en sus casas, para ayudar a paliar la crisis de escasez de comida que vive la isla, acrecentada por la pandemia del nuevo coronavirus.
Hernández insistió en que «los cederistas» tenían que «multiplicar el cultivo en patios, parcelas, azoteas y fomentar la crianza de animales», para que cada familia gestione estos recursos y se vuelve «autosustentable».
En los últimos meses ya han sido varios los dirigentes que han abogado en Cuba por retomar los recordados planes de agricultura urbana,a suburbana y familiar que tanto se promovió durante las épocas más duras del periodo especial, donde incluso se llegó a repartir entre la población pollitos y crías de conejos para que la población las pudiera tener en su casa para cebarlos y comerlos.
