El Gobierno cubano informó que no se aprobarán nuevas licencias de trabajo por cuenta propia para negocios privados durante la primera etapa de la desescalada en el país, sin aclarar que tiempo demoraría esta decisión, aunque si se permitirá que abran sus puertas los que ya existen
Así lo anunció el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, quien explicó que una vez que se reautoricen las actividades por cuenta propias, las casas de renta solo podrán prestarle servicios al turismo nacional, pues los visitantes extranjeros que arriben al país en la primera no podrán acceder a ellas hasta la tercera fase de la llamada «nueva normalidad».
De momento, no hay fechas exactas en las previsiones, aunque el propio presidente Miguel Díaz-Canel reconoció que el inicio de la primera etapa de la desescalada, la cual se dividirá a su vez en tres fases, podría comenzar tan pronto como la próxima semana, si no se detecta algún evento epidemiológico de importancia que retrase estos planes.
En la tercera fase, cuando se permita el libre ingreso de turistas internacionales al país y los aeropuertos queden operativos, las casas de rentas podrán volver a prestar sus servicios a extranjeros, pero cumpliendo con estrictas medidas de distanciamiento social, higiene y bajo la condición de notificar de forma inmediata sobre cualquier huésped con síntomas respiratorios.
La entrega de licencias para nuevos negocios no se comenzará hasta la segunda etapa del desconfinamiento, cuando también se empezarán a dar licencias de arrendamiento a quienes lo soliciten.
Marrero precisó que esto será en respuesta a un reclamo de la población del país que en varias ocasiones se ha quejado del intermitente cierre en el otorgamiento de estos permisos por parte del gobierno.
«Queremos estimular que desde la primera fase los trabajadores por cuenta propia empiecen a trabajar», explicó el premier cubano, aclarando que estos no serán gravados con los impuestos habituales desde el comienzo de la actividad, sino que estos irán subiendo hasta su monto habitual de forma gradual, en dependencia de la recuperación del negocio y el nivel de ingresos.
«Pero queremos que ya abran. La población lo necesita, los servicios gastronómicos, las paladares, cafeterías, y poco a poco ir reactivando la economía en todos sus sectores», enfatizó Marrero.
