La llamada Fuente de la Musas es una escultura muy conocida que adorna la entrada del icónico cabaret Tropicana. Su verdadero nombre es La Dana de las Horas, y está compuesta por ocho bailarinas completamente desnudas que con delicadeza bailan sobre el borde de la fuente. Actualmente sirve de símbolo del afamado cabaret del barrio habanero de Marianao.
Su autor es el italiano Aldo Gamba, el mismo que llevó a cabo la construcción del Monumento al Mayor General Máximo Gómez, General en Jefe del Ejército Libertador, erigido en la capital cubana, en las cercanías de la Bahía.
Se trata de una escultura en bronce que reposa sobre un pedestal de mármol y granito, con una fuente en la parte anterior. En esta se puede ver al General en Jefe con un traje de campaña y la mirada en lo alto.
Para la construcción de monumento a Gómez se convocó a un certamen que tendría como premio 200.000 pesos. En este, podrían participar escultores de cualquier nacionalidad. Cuarenta artistas se presentaron para llevar a cabo la obra, pero el jurado se inclinó por el proyecto de Aldo Gamba, aunque a partir de ese momento comenzó su mala suerte.
Los medios le cayeron encima, los plásticos cubanos comenzaron a criticarlo con saña e incluso llegaron a decir que el caballo de Gómez estaba encaramado en una azotea.
Tanta connotación tuvo aquello que el asunto llegó hasta la Cámara de Representantes y el premio fue anulado. No obstante, Gamba apeló a los tribunales y hubo que respetar el fallo del jurado.
En los círculos intelectuales se tenía a Gamba como una persona muy simpática. Sin embargo, por causas que nunca llegaron a aclarase del todo, este refinado italiano perdió los estribos un día y la emprendió a tiros contra la Esther Vera, una joven de origen británico radicada en La Habana con la que mantenía relaciones.
Nunca se supo si los balazos estuvieron provocados porque la muchacha rechazó su propuesta de matrimonio o si fue porque quiso cortar la relación; el caso es que el 25 de septiembre de 1921 Aldo, revólver en mano, le metió a Esther cuatro tiros en la caja del cuerpo y luego atentó él mismo contra su vida al dispararse en la cabeza.
Pero la muchacha quedó viva y Aldo Gamba también y tuvo que responder ante la justicia por sus actos. Aun privado de libertad, realizó algunos encargos ya que a esa etapa corresponde la mencionada Fuente de las Horas.
En 1924 Aldo Gamba regresó a Italia. Trabajó en el monumento a Máximo Gómez, obra que, bien por la dejadez oficial o por la falta de recursos, no fue inaugurada hasta el 18 de noviembre de 1935 en un acto que encabezó el coronel Carlos Mendieta, entonces Presidente de la República, y en el que tuvo lugar un emocionante desfile de veteranos de la Guerra de Independencia, compañeros de armas del Generalísimo Máximo Gómez.
Su muerte es todo un misterio, ya que luego de regresarse a Italia, algunos aseguran que pasó sus últimos días en un campo de concentración de la II Guerra Mundial. No obstante, la versión más aceptada es que el 11 de agosto de 1944 salió de su casa con destino a Acqualagna y nunca más se supo de él.
