El Gobierno cubano reveló hoy que las pruebas al azar que se están realizando en la población para detectar casos de personas infectadas con coronavirus han detectado que existen infectados donde no se sabía que había llegado la enfermedad y de los que no se conocen aún sus fuentes de infección.
Los primeros casos positivos, por lo que las autoridades han llamado «estudio de prevalencia y seroprevalencia a la COVID-19», se encontraron en dos municipios que hasta ahora se mantenían libres de la enfermedad en la Isla: Mantua, en Pinar del Río, y Manatí, en Las Tunas.
De estos no se conoce su fuente de infección, por lo que en caso de comprobarse más casos de este tipo, Cuba podría estar enfrentado una fase epidémica silenciosa, en la que parte de la población podría estar infectándose de forma aislada, sin tenerse control sobre sus focos de contagio.
Estos estudios comenzaron en Cuba desde el pasado 12 de mayo, cuando el Gobierno decidió empezar a realizar pruebas al azar entre la población en territorios clasificados como «zonas de silencio», pues hasta el momento no se habían detectado en ellos personas sospechosas o con contactos de algún tipo con pacientes ya confirmados con la enfermedad.
Para el estudio, las autoridades eligieron a casi 4000 personas, residentes en 1300 viviendas seleccionadas con técnicas aleatorias en 263 consultorios de todo el país. A todos ellos se les tomarán muestras biológicas que se extenderán durante 63 días a partir de su comienzo. Y se va a repetir periódicamente a los mismos sujetos, cada 21 días, en otras tres ocasiones. El seguimiento se cerrará el 24 de julio de 2020.
La idea es conocer que tanto puede extenderse el virus entre la población y a cuantos de estos 4000 sujetos de prueba infecta en ese periodo de tiempo, manteniendo ellos su rutina diaria de vida.
También se busca saber cuáles son los grupos más vulnerables a quedar infectados en Cuba, así como de la forma en que se extiende el contagio dentro de la Isla.
El doctor Francisco Durán, director de epidemiología de Cuba, dijo que con los tests masivos y al azar se busca «encontrar en poblaciones que no tienen nada (de síntomas) aislarlos, ponerle su tratamiento y estudiar los contactos que puedan tener”.
