El pasado domingo, cuando las madres en Cuba celebraban su día, la joven cardenense Lady Diana Rubí, de apenas 20 años, vivía un momento que quedará para siempre en su memoria. En horas de la mañana, iniciaba las labores de parto desde el centro de aislamiento del Hospital Mario Muñoz, en Matanzas, donde solo días antes había sido ingresada como sospechosa de esta contagiada con el coronavirus.
Aunque todos los médicos estaban preparados para el parto, siempre pensaban en los riesgos, pues sería un bebé que llegaría al mundo por cesárea.
«No es la primera cesárea que asisto, pero para todo el grupo que estuvimos presentes fue un momento muy especial; no solo por tratarse del Día de las Madres, sino porque además traíamos al mundo un bebé con una madre joven que estaba muy nerviosa pues había sido aislada como sospechosa de estar infectada con el coronavirus», comentó a nuestra redacción la residente de cuarto año de Ginecología y Obstetricia, Mariela Pérez Diago.

El grupo de especialistas esperaba que fuese un parto natural, pero cuando Lady Diana dejó de dilatar, rapidamente se tuvo que preparar la cirugía para evitar complicaciones.
La joven madre ya se encuentra bien, incluso ya ha dado sus primeros pasos. Sin embargo, su pequeño no lo ha podido tener aun en sus brazos, pues permanece en el servicio de neonatología hasta que se obtenga el resultado del PCR en tiempo real que le realizaron.
«Tuvimos que hablar con ella, en medio de los fuertes dolores de parte, para convencerla de que todo iba a salir bien y que tenia que ser los suficientemente fuerte porque se trataba del nacimiento de su bebé, de su primer hijo; un momento de mucha alegría y le dije: confianza, que todo va a salir bien, y así fue», nos contó el doctor Adonis Parra, quien encabezó el equipo de médicos que realizó esta cesárea.
En el momento en que retiraron el bebé y lo sintieron llorar se hizo un gran silencio en la sala… ya sabían que todo estaba bien.

«Ya le teníamos el nombre y por él le llamábamos, cuando aún no se movía. Es una impresión muy extraña sentirse mamá, tantos sentimientos encontrados de felicidad, incertidumbre, ver a esa pequeña personita que sacan de tu vientre, que la verdad, termina uno llorando. Gracias a todos que me han hecho tan feliz de traer a la vida a mi hijo Eithan Llanes Rubí, mi ángel», nos dijo la recién estrenada mamá en conversación telefónica con nuestra redacción.
Eithan significa Fuerte y Orgulloso, o Nacido con Orgullo… y así será, ese nombre marcará desde ahora la vida de este pequeño ángel, que nació orgullo de haber desafiado a la muerte…


