El joven sudafricano Sibusiso Qongqo, estudiante de quinto año de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Cuba, falleció luego de ser diagnosticado con un cáncer de páncreas.
Qongqo tuvo que ser ingresado de urgencias en un hospital, donde los doctores que lo atendieron confirmaron que el cáncer se encontraba en un estado avanzado y que ya no podían hacer mucho por el joven, quien terminó falleciendo cuatro días más tarde.
«Nuestro corazón está con su familia, particularmente porque en este momento muy difícil, sus padres no pueden venir o llevar su cuerpo a casa», afirmó la embajadora de Sudáfrica en Cuba, Thaninga Pandit Shope-Linney.
Según se ha podido conocer, Qongqo tendrá que ser enterrado en Cuba, o de lo contrario incinerado cuando las aerolíneas reanuden sus operaciones y sea posible trasladar sus restos de regreso a Sudáfrica.
La noticia no ha sido publicada en los medios oficiales cubanos. Sin embargo, la prensa de Sudáfrica ha comenzado a divulgar lo sucedido.
Las autoridades de ese país han dado a conocer que se encuentran a la espera de reunirse con los familiares del joven para decidir cómo se realizará el proceso de repatriación.
No obstante, debido al cierre de fronteras decretado en la Isla ante al brote de coronavirus COVID-19, los restos del joven deberán permanecer durante algún tiempo más en la nación caribeña.
En varias ocasiones han salido a la luz protestas llevadas a cabo por estudiantes sudafricanos que se encuentran cursando estudios en Cuba, la mayoría de estas relacionadas con las condiciones en las que se ven forzados a permanecer y al pago correspondiente a sus mensualidades.
El acuerdo firmado entre los ministerios de ambos países estipulaba inicialmente que los estudiantes recibirían 1435.38 dólares mensualmente, pero solamente reciben el 25% de ese dinero, ya que el resto va a parar a las arcas del gobierno cubano, según explicaron algunos estudiantes.
