Dilan, el primer niño que fue positivo al coronavirus en Cuba y el primero en vencerla, ya se ha reencontrado con su madre Liliana Fajardo, quien también fue dada de alta esta mañana, unos días después de él, y tras casi 40 días de ingreso luchando contra la enfermedad.
El ansiado reencuentro se produjo en horas de la mañana de este miércoles, cuando la familia esperó a Liliana entre aplausos y junto a sus vecinos en medio de la calle en el municipio de Guisa, provincia de Granma.
«Estoy muy ilusionada por poder volver a ver a mi hijo y agradecida con todos los que me apoyaron, en especial los médicos… pensé que no podría volver a estar con él», dijo emocionada esta madre, quien hace 14 días tuvo que decirle adiós al pequeño Dilan, con lágrimas en los ojos, pues este salió el pasado 15 de marzo del Hospital Militar Joaquín Castillo Dauni, de Santiago de Cuba, tras vencer la enfermedad antes que ella.
Tanto Dilan como su madre resultaron sospechosos de la COVID-19 a su regreso de España, donde viven, y solo días después de su arribo fueron confirmados como positivos, convirtiéndose el pequeño en el primer menor de edad con el virus en Cuba.
“Supongo que nos contagiamos en el viaje de Madrid a Cuba, pues en España mantuvimos una cuarentena por varios días y ninguno allá en nuestra casa ha dado positivo” comentó la pasada semana Liliana en una entrevista con la prensa estatal.
“Llegamos a Cuba sin síntomas, pero el niño tuvo fiebre a los dos días y gracias a la pesquisa nos remitieron de inmediato al policlínico, luego al centro de aislamiento, hasta dar positivo; fueron momentos de angustias”, añadió.
En otro momento, donde ofreció declaraciones al diario oficialista Granma, la joven habló de su reacción al conocer la noticia de que su hijo había sido contagiado.
“Cuando la prueba del niño dio positivo, lo primero que hice fue llorar mucho, tenía miedo. Casi enseguida supe que yo también portaba el virus”, explicó.
Dilan, de 19 meses de edad, y su madre Liliana, de 19 años, forman parte de los 10 casos de pacientes que han recibido el alta médica en la provincia de Granma.
Entre aplausos, fotos y emociones a flor de piel dijeron por fin adiós los dos a la enfermedad que recordarán por toda su vida, sabiéndose vencedores en medio de tanta muerte y desgracia.


