En medio de la escasez de alimentos en los mercados estatales en Cuba, las autoridades han comenzado a procesar e imponer duras condenas contra trabajadores y administradores de centros comerciales que han comenzado a «esconder» los productos que llegan para luego revenderlos al mejor postor o simplemente llevárselos a sus casas para consumo propio.
Las alteraciones de precios, malversaciones y delitos varios en entidades estatales han ido en alza con el paso de los días y con ellos los operativos policiales que intentan poner freno a lo que hasta hace poco era práctica común no perseguida en estos establecimientos.
Un ejemplo de esto fue lo sucedido este último lunes en el Rápido de la Coca Cola, una cafetería estatal en Santa Clara, en la que se estaban vendiendo cubetas de yogurt y de repente los dependientes informaron que se había agotado.
«Estábamos en la cola, de pronto se arma el ‘traqueteo’ de que quedaban pocas cubetas y cuando la Policía y el cuerpo de seguridad comprueban, encuentran las restantes en el almacén. Ese es otro bloqueo que también nos afecta», expresó un cliente a la emisora oficial CMHW.
De acuerdo a la información brindada por Yaquelín Medina Conyedo, una de las inspectoras que practicó el registro en el citado establecimiento, los propios consumidores fueron quienes le comentaron que lo más probable era que los dependientes “sin darse cuenta”, hubiesen dejado algunas cubetas a buen recaudo en el almacén.
Al comprobar que efectivamente en el almacén quedaban más cubetas en existencia, la administradora del Rápido de la Coca Cola intentó justificar la situación al explicar que ese yogurt estaba “reservado” para los trabajadores de la unidad, ya que algunos tenían niños pequeños y el producto había estado en falta desde hacía algún tiempo.
Al cabo de unos minutos, y luego de aplicarles a los trabajadores las multas correspondientes por haber estado escondiendo la mercancía, se reanudó la venta del yogurt “reservado”.
La Televisión Cubana reportó el lunes la detención de cinco personas vinculadas a la venta de balones de oxígeno medicinal y CO2 dirigidos a los hospitales y policlínicos. La Policía habría detectado in fraganti al chofer de un camión de la Empresa de Gases Industriales de La Habana que los vendía a chapisteros, fábricas de refresco y otros negocios privados.
En la propia provincia de Villa Clara también fue detenido a comienzos de esta semana un encargado de almacén en el hospital psiquiátrico de Santa Clara que de manera inescrupulosa pretendía apropiarse de 2 cajas de pollo de las destinadas a la alimentación de los pacientes.
El Ministerio del Interior lleva a cabo en estos momentos un proceso investigativo en el municipio de Quemado de Güines a fin de esclarecer una trama de corrupción que vincula a la Oficina de Registro de Consumidores (OFICODA) y varias bodegas de ese municipio, donde se falseaba el número real de consumidores para desviar alimentos.
Las autoridades han dejado claro que todas estos trabajadores estatales que sean detectados cometiendo este tipo de delitos serán llevados a juicio, los cuales se desarrollarán a la mayor brevedad y con carácter ejemplarizante.




