Un grupo de jóvenes cubanos que han superado el coronavirus se han sumado al llamado de las autoridades sanitarias en la Isla para donar plasma sanguíneo para realizar tratamientos que servirán para atender pacientes graves ingresados en el país.
Según explicó esta semana Ricardo Pereda González, coordinador del grupo de expertos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), ya en algunos hospitales se ha comenzado a utilizar plasma de pacientes recuperados del coronavirus.
Los donantes, son pacientes que tienen más de 14 días de alta médica, a los cuales se les somete nuevamente un test para comprobar que no existe resto del virus y que el plasma está en condiciones de dar su propia inmunidad quien sea tratado a través de los anticuerpos.
Uno de los primeros en dar el paso al frente en La Habana ha sido el joven cubano Henry Shorex, quien el pasado 17 de abril publicó una foto en sus redes sociales donde se le podía ver realizando la donación de sangre.
En el post agradeció la atención que recibió cuando estaba contagiado e hizo un llamamiento para salvar vidas con la donación de plasma.
«Tenemos que rescatar vidas. Arriba Cuba, no más coronavirus. Bajanda coronavirus. Fuerza mis hermanos», concluyó.
No ha sido el único en sumarse a esta causa. En las ultimas horas supimos de una joven cubana, llamada Roxana Álvarez Alejo, quien también donó su plasma sanguíneo.
Ella, residente en Ciego de Ávila, fue de las primeras personas en vencer en esa provincia al coronavirus.
La mayor complicación para concretar los estudios de este tratamiento será la logística para conseguir donantes, no porque falten candidatos, sino porque una vez que desaparecen los síntomas hay que esperar dos semanas y volver a testearlas para confirmar que siguen negativas. Recién entonces se les puede extraer el plasma para analizar si contiene suficiente cantidad de anticuerpos.
Esta terapia podría considerarse un éxito si con efectos adversos mínimos, cualquiera sea su grado, se reduce la mortalidad. También si se consigue que con la transfusión de plasma se evita que la gente llegue a las unidades de terapias intensivas o si se logra que el plasma proteja en cierta medida a los médicos y enfermeros, los cuales tienen el riesgo al atender a los pacientes infectados.


